¿Pueden existir dos hilos rojos?

Todoroki

  — Oi, Bakugou, ¿Me estas escuchando?— Y la molesta voz de Kirishima se hacia presente, el cenizo dirigió su mirada al contrario, algo perdido, ¿Que le estaba diciendo? Sus ojos se fijaron en los del chico que tenia en frente, este se rascaba la mejilla como buscando una explicación, Kirishima soltó un suspiro. — Andas muy distraído hoy.—  Comentaba el pelirrojo llevando su mirada al ventanal, el cielo estaba despejado, un brillante sol lo adornaba, pero el rubio jamás se distraería por un "bonito paisaje" La verdad le preocupaba un poco. 

— Cierra la puta boca Kirishima, no es nada.— Y nuevamente llevaba su mirada al ventanal, la verdad si estaba distraído, la noche anterior fue algo agitada, extraña, no dejaba de darle vueltas en la cabeza.

Las clases terminaban, todos volvían a sus respectivos edificios, como siempre, los chicos se quedaban en la sala, conversando entre ellos, gritando ideas al aire de que podrían hacer de divertido hoy, a Katsuki nunca le gusto mucho convivir, y esta no seria la excepción, por lo cual se dirigió a su dormitorio, pero al llegar a la puerta su sorpresa fue desagradable, ¿Que hacia ahí apoyado en el marco de la puerta de su habitación? Era molesto.

  — ¿Que mierda quieres ahora?—  Estaba molesto, todo el día había estado distraído por su culpa, en la noche no le dio ninguna explicación, no quería verle la cara, solo lo hacia enfadar más.

—  Vengo a disculparme, pero también, vengo a dejar en claro algo.— El de cabellos bicolor levanto la mirada, fijándola en los ojos carmín del rubio, unos ojos llenos de energía, siempre los había descrito como unos ojos apasionados, no solo por el color, el verlos causaba una sensación en el pecho que realmente no se podía describir, o eso creía.

— No molestes, maldito mitad mitad.—  Bakugou llevó su bolso al hombro y chasqueo la lengua, le molestaba, le irritaba, todo del contrario, solo lo quería lo más lejos posible. 

Comenzó a caminar, estaba dispuesto a entrar e ignorar al heterocromático , pero su plan se vio forzado a seguir otro rumbo cuando, en un extraño movimiento, el contrario se le abalanzo, dejándolo contra la pared, tomando una de sus muñecas con la zurda y con la diestra su rostro, haciendo que lo mirase, su bolso callo al suelo, pequeñas explosiones se creaban en sus palmas, estaba irritado, y no dudaría en usar su quirk para quitárselo de encima.

  — Necesito que me escuches, solo un momento.—  Su voz siempre era tan calmada, hasta en situaciones que requerían un tono de voz firme, lo detestaba, si, lo mataría si fuera posible pero, los héroes no hacen ese tipo de cosas.

— Suéltame, o te partiré la cara.—  Su voz era rasposa, no estaba gritando, pero se sentia que esto no iba nada bien.

— Lo lamento, no te soltare.—  Oh, ahora si que iba a matarlo, no le interesaban las putas normas, sus palmas comenzaron a crear explosiones un poco más fuertes, pero, todo se congelo, ¿Que pasaba? ¿No que iba a golpearlo? Pues sus acciones se vieron completamente interrumpidas al sentir los labios del chico sobre los propios, ¿Un beso? ¿Que mierda le pasaba? Cuando por fin pudo salir del "shock" creo una explosión lo suficientemente fuerte como para quemar le la mano y hacerlo retroceder, ¡QUE PUTO ASCO! ¿Acaso estaba enfermo? ¿Que mierda tenia en la jodida cabeza? Llevo su mirada llena de odio al chico, el cual se mantenía con un aura de total tranquilidad.

—  Bakugou, me gustas.— Iba a golpearle, pero al  oír esas palabras se mordió el labio ¿Que clase de broma trataba de jugarle? No estaba para sus estupideces, tomo su bolso y entro a su habitación  cerrando la puerta bastante fuerte, tirándose a la cama para poder mirar el techo, ¿Que  estaba tratando de hacer? La noche anterior ya había sido lo suficientemente extraña como para venir hoy y decirle que le gustaba, ese día no podía ser más raro, o eso creía el cenizo.