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— ¿Qué quiere decir? —marinette pregunto intrigada.
Si, intrigada por saber la respuesta del maestro. Desde hace tiempo este le ocultó un gran secreto.

El protector de los miraculous tanto de los kwamis suspiro observando a la heroína.

Era hora le relevar el secreto.

— Escucha marinette, yo soy alguie ya viejo, lo suficiente para saber que tanto tu como Ladybug y Chat Noir, no son los únicos con miraculous propios.

Marinette observó con los ojos abiertos al maestro.

¿Alguien más de heroina/heroe?

— Es decir que alguien pose un kwami —la chica de de coletas comentó observando a Tikki.

El maestro asintió y abrió la caja donde guarda los prodigios.

— Te enseñaré, acercate —marinette asintió y se acercó a la caja, la caja se abrió mostrando todos mis miraculous, excepto los de Ladybug y Chat Noir, y de sorpresa se levantó la parte vacía de los ya nombrados. Dejando ver una caja pequeña vacía.

— ¿Es aquí donde debería estar el miraculous? —el maestro asintió y prosiguió hablar.

— Aquí antes se encontraba el miraculous del lobo, pero se lo entregue a una chica que realmente le debo la vida —comentó y volvió a cerrar la caja.— Pero ese asunto no lo contaré.

— Entiendo maestro —marinette se alejó y volvió a tomar asiento.

— Ese miraculous es muy importante, pero eso no quita que sea algo especial, ya que este esconde un gran poder muy fuerte, lo suficiente para vencer a todos los miraculous, incluso el tuyo y el de Chat Noir.

Marinette al escuchar eso abrió sus ojos como plato.

Alguie más fuerte que ellos.

— Y ¿Dónde esta ahora?

— Calma marinette, ella pronto estará aquí, en París.

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— Ya han escuchado sobre la nueva estudiante que se transferira a nuestra escuela —niño comentó, Alya asintió frenéticamente.

— ¡Es verdad! Y escuche que es alguien muy hermosa, el salón no deja hablar de ella —exclamó y prosiguio a hablar.— ¿Será modelo?

— No lo sabremos hasta que la conozcamos —marinette dijo sonriente, aunque aún pensativa por lo de hace unos días cundo hablo con el maestro.

Niño y Alya observaron tal actitud de su amiga, ahora estaba más distraída que antes, hasta cuando Adrien pasaba por sus narices, y eso no era normal.

Pues su amiga se pone nerviosa con sólo verlo.

— Muy bien, lo que tu digas marinette  —Alya habló observando su celular.— ¡Chicos hay que correr o no entraremos a clase!

Alya guardó su celular y se puso a correr junto a marinette.

— ¿Qué? ¿¡Se nos ha hecho tarde!? —el moreno exclamó y se puso a correr detrás de las chicas.— ¡Les dije que sería mala idea venir caminando!

Un buen inicio de semana.

♦♦♦

— ¡Maestra sentimos la demora, no volverá a ocurrir!

Marinette entró de golpe al aula, la profesora de química nego y los dejó pasar.

Los 3 recién llegado observaron qe al frente se encontraba una chica y era muy bonita. No lo podían negar.

— Perdone la interrupción, continúe con la presentación señorita.

— Claro que si profesora.

La chica suspiro y sonrió ante todo el grupo.

— Mucho gusto a todos, mi nombre es (nombre)(apellido), nací aquí en París, pero por problemas familiares me mude a otro pais. Eapero y nos llevemos bien.

Todo el salón se sorprendió por su voz, era tan suave y hermosa y ni hablar de su belleza.

— Gracias por su presentación señorita (nombre), puede tomar asiento.

— Si.

La chica camino hacia los últimos lugares y se sentó sola. Pues todos tenían compañeros.

— Muy bien, espero que traten bien a su compañera, y le de una acogedora bienvenida. Sin más damos inicio a la clase.