El viaje.

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Habían pasado los meses mas duros de su vida, todavía se culpaba de la muerte de su madre,y aunque Jadel había sido un gran apoyo para ella todo ese tiempo, no había nada que le diera consuelo.

Su padre intentaba animarla, hacerla entender que ella no había tenido la culpa, pero aunque escuchaba lo que le decían , no podía evitar sentirse así.

Quizás si aquella mañana no hubiesen discutido, quizás si no le hubiera dicho aquellas palabras tan duras, nada de aquello hubiera ocurrido.

Días después del fallecimiento de su madre, una llamada de un numero desconocido llego al teléfono de Ana.

X: - ¿Ana Alicia Guerra?

Ana: Si soy yo, ¿ quien es?

X:- Soy el abogado de la compañía de seguros que su madre tenia contratada, ante todo darle mi mas sentido pésame ante el repentino fallecimiento de su madre, lo siento mucho.

Ana: Gracias, ¿ En que puedo ayudarle?

Ana pensó que quizás su madre, debido a la vida que llevaba, había dejado sin pagar algunos recibos de algún seguro que habría contratado, o cualquier cosa que se le pareciese, no era el momento de reclamar deudas le pareció a ella, pero no quiso ser maleducada y escucho lo que aquel hombre tenia para decirle.

X: Bien, su madre hace muchos años contrato un seguro de vida, en el que cubría su fallecimiento, accidentes, o cualquier otro imprevisto. Nos consta que los beneficiarios de ese seguro son usted y su hermano. Así que me gustaría poder reunirme con ustedes para poder firmar los papeles y que reciban el dinero que les corresponde, se que es un momento duro, y quizás no quieran hablar de esto, pero es mi obligación avisarles.

Ana se quedo sorprendida al saber que su madre habia contratado un seguro de vida, y que ellos eran los beneficiarios, y mucho mas se sorprendio al darse cuenta de que su madre a pesar de sus adicciones, nunca habia dejado de pagar este seguro, algo le hizo pensar que su madre sabia el final que le esperaba, y eso la hizo entristecerse, por muy mal que estuviera su madre, o muy alejada que estuviese de ellos, siempre estaba pensando en su futuro.

Ana: Hablare con mi hermano, y podremos vernos en dos dias. Digame la direccion y alli estaremos.

Despues de darle la direccion y la hora , colgaron el telefono. Ana estaba un poco sorprendida e intrigada, no sabia de cuanto dinero hablaban, y ella nunca habia sido una persona interesada, asi que llamo a su hermano para contarle lo sucedido y quedar con el.

Pasados dos dias, su hermano y ella caminaban para llegar hasta aquellas oficinas donde habian quedado con el abogado del seguro, estaban algo asustados, no acababan de creerse todo aquello, pero tenian que hacer esto.

Preguntaron en recepcion en que planta era el despacho de aquel abogado, y subieron en ascensor. Al llegar vieron en la puerta una placa con el nombre que aquel hombre les habia dicho, petaron en la puerta, y el hombre les hizo pasar.

Ana. Buenos dias, habiamos quedado con usted para hablar un tema sobre el seguro de mi madre

X: Adelante, adelante. Tu debes ser Ana Guerra ¿no? Soy Alberto, encantado.

Alberto: Y tu debes ser Miguel, su hermano ¿no?- dirigiendo la vista al chico que entraba despues de Ana.

Miguel le estrecho la mano. Y saludo con educacion, nunca le habia gustado los formalismos, y no se sentia demasiado bien aceptando un dinero que era de su madre, o que al menos era por la muerte de su madre, despues de no haberla ayudado nunca.

Alberto: Bien, sentaos. Os he llamado porque hace años que vuestra madre contrato un seguro con nosotros, en ese seguro se estipulaba que en caso de fallecimiento, la compensacion economica iria directamente a sus dos hijos. Asi que necesito vuestras firmas para poder dar la orden de pago.

No existe el miedo si camino de tu mano. WARIAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora