Y dices que te olvide que ya no sientes nada, que todo pasa y que nuestro amor se quedó en una vía muerta. Y duelen las fotografías el esplendor de tu sonrisa. Y en este otoño frío se deshojaron los árboles que nos dieron sombra de otros días. Vacía se quedó la copa de vino de la que nuestras bocas juntas bebían, se rompió en mil pedazos y nos cortamos con cristales rotos los pies descalzos que nos sostenían. Qué se apagaba el alma que se moría por tan amarga despedida. Y dices que te olvide, y sólo puedo temblar en el silencio de una noche de soledad y agonía. ¿Por qué creía, que me querías?
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