Besitos,Abracitos Y Tatuajes

Besitos

Cómo describir a Jung Hoseok.

A simple vista era el típico chico malo;siempre con sus ropas negras,su cabello de distintos colores cada cierto tiempo,que escuchaba My Chemical Romance en el trabajo,el chico que tenía siempre un rostro serio.

Además de que tenía su propia tienda de tatuajes y perforaciones,donde era dueño y tatuador en jefe,tenía a sus colegas Namjoon y Yoongi,más que colegas eran sus mejores amigos.Namjoon se encargaba de hacer perforaciones y además era el recepcionista de Boy meets the Ink,Yoongi se encargaba de los tatuajes y de la publicidad del local,el muy maldito tenía un talento enorme para hacer promociones.

Por eso aquel local comenzaba a ganar fama,tanto por sus buenos trabajadores como por sus diseños y talentos.

Y Hoseok se encargaba de pagar las cuentas y transmitir su talento con la aguja y la tinta,amaba dibujar y plasmar sus ideas en la piel;todo eso lo aprendió tras las rejas,porque sí,Jung Hoseok pisó la prisión por un acto de injusticia,estuvo en el momento menos indicado;fue culpado de haber apuñalado a un adolescente cuando él ese día,había salido tarde de la tintorería para recoger la ropa de su vecina Sung Leah,aquella anciana de mejillas suaves.

Condenado a 10 años de prisión por asesinato en primer grado.

Liberado por buen comportamiento,hacer servicio social y participar en los talleres de dibujo que ofrecía aquel lugar;jamás se metió en problemas,iba a terapias (que eran muy innecesarias) y recibía las visitas de su madre y su hermano.Y al final,decidió empezar de nuevo;nueva ciudad,nueva vida,nuevo look.
Se mudó a un apartamento donde conoció a Yoongi y Namjoon,descubrió que eran pareja y compartían la misma pasión por las artes,con sus ahorros adquirió un pequeño local céntrico,donde compró sus materiales y remodeló aquel lugar,de eso hace 3 años,y Boy meets the Ink se convirtió en su sueño hecho realidad.En la compañía de sus amigos.

Pero a pesar de tener lo que deseaba,a Hoseok le faltaba alguien,esa persona que moviera su mundo,que le hiciera sacar su lado más cursi;porque sí,él era un chico cursi y sentimental.Pero quien iba a querer a una persona que estuvo en prisión y se dedicaba a hacer tatuajes,nadie a menos que esa persona estuviera ciega o fuera muy estúpida.

Mujer u hombre,le daba absolutamente igual,tan solo una persona que lo aceptara tal y como era.

Hoseok estaba solo ese día en el trabajo ya que sus dos amigos habían ido de aniversario de...eran 3 años y 7 meses? O eran 3 con 9? La verdad no lo recuerda muy bien,lo que importaba era que estaba solo y podía hacer lo que quisiera.

Estar acostado en la camilla comiendo Pokis y viendo Nightmare before Christmas,en el hermoso silencio,no habían clientes agendados ni nada,todo era perfecto.

Hasta que la campanilla de su puerta sonó,un cliente acaba de entrar.

Mierda.

Hoseok giró su cabeza para ver quién se atrevía a interrumpir su estado de relajación,alzó una ceja al ver un cuerpo pequeño y delgado,con cabello gris pastel,un suéter felpudo color gris pastel muy grande y unas mejillas regordetas que mostraban una sonrisa,todo eso lo podía ver a través de la ventana que dividía la recepción y las salas para tatuar y perforar.

-Hola?! Hay alguien aquí?!-aquel chico gritaba-E-el letrero decía a-abierto así que debe haber alguien!

Hoseok se levanta de la camilla para estirarse unos segundos,apagó la televisión y justo cuando volteó su cuerpo,sus ojos se cruzaron con ese chico,fueron unos pocos segundos hasta que él fue el primero en apartar la vista,ese niño no parecía del tipo que va a un local de tatuajes.