¿Por qué siempre son chicos malos?

Muy sensible

Nota de autor: Sexoexplícito en este capítulo.

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 Sus ojos se encontraron, igual que lo hicieron durante su primer encuentro. Solo que ahora nadie lo rompió. Un segundo después, sus labios se encontraron en una pasión explosiva.

Minho no había sido besado en mucho tiempo. Abrumado por la nueva sensación, su corazón comenzó a latir más rápido. Pronto estaba jadeando debido a la falta de aire. El beso se volvió más intenso y Taemin tomó la delantera: su lengua entró en la boca de Minho, explorando esa caverna húmeda mientras movía lentamente sus manos entintadas detrás de su espalda. No se detuvo hasta llegar a las nalgas del otro. Las agarró lentamente, acercándolo a su propio cuerpo.

Minho estuvo a punto de desmayarse cuando sus entrepiernas se tocaron y Taemin comenzó a frotarse contra su hombría, ya de por sí dura como una roca. Lanzó un gemido bajo y rompió el beso, echando la cabeza hacia atrás.

Taemin encontró un nuevo lugar para poner sus labios y comenzó a chupar el cuello del otro.

─ Dios, Taemin... ─jadeó Minho─ ¡Más!

Taemin sonrió con satisfacción en el cuello del otro. El chico alto parecía estar sexualmente frustrado, y eso le gustaba.

─ Cállate, niño ─murmuró, y lamió los recién creados chupones.

Minho, que todavía se sostenía en la pared en busca de apoyo, no podía creer lo que estaba sucediendo. Las manos de Taemin abandonaron su trasero, lo que hizo que Minho se retorciera y presionara su región inferior hacia adelante, desesperado por llamar la atención.

Las manos entintadas de Taemin agarraron el suéter de Minho y se lo pasaron por encima de la cabeza del otro de una sola vez, junto con la camisa de debajo. Al hacerlo, fue deleitado con el torso más hermoso que jamás haya visto. Los músculos eran claramente visibles, formando maravillosos abdominales de chocolate. Un pequeño reguero de cabello que conducía más abajo.

Taemin comenzó a chupar hambrientamente los bellos pezones de aquel torso, haciendo que Minho se retorciera nuevamente bajo su toque.

─ Aaah, Taemin, se siente tan bien...

Taemin sonrió ante los sonidos guturales que recibió de esa simple acción y usó su otra mano para acariciar el segundo pezón. Se estaba divirtiendo mucho. Nunca había tenido a alguien tan sensible a su toque y eso le encantaba. Amaba los músculos contraídos del abdomen de Minho cuando besó el cuello del hombre alto. Amaba los profundos gemidos de Minho y la forma en que el otro estaba presionando torpemente a su miembro cubierto contra el suyo.

─ Taemin, aah... por favor, aah ─su frase era constantemente interrumpida por más gemidos.

─ ¿Por favor qué, Minho?

Taemin mordió el pequeño pezón, haciendo que Minho silbara por un segundo. Su respiración se hizo más fuerte ante aquella sensación extrañamente placentera.

─ No estás en posición de pedir nada ─se rio Taemin entre dientes.

El tatuador dejó que sus manos recorrieran el torso de Minho, siguiendo el rastro de pelo hacia los pantalones vaqueros. La respiración del alto estalló en jadeos irregulares. "Es tan sensible" pensó la cabeza blanca.