C28: El lago de Dan.

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—¿Tú crees que mi hermano y Danna sean novios?—preguntó Valentina en voz baja sin despegar sus ojos de Joel.

—¿Por qué? ¿No te gusta la idea?—cuestionó Joel lanzándole una pequeña sonrisa.

De inmediato las mejillas de la niña se tiñeron de rojo y apartó la mirada avergonzada. Joel se echó a reír y negó divertido.—Si—susurró la pequeña.

—Yo si quiero que Danna y Chris sean novios—comentó Milo hundiendo su cuchara de metal en la copa de helado de chocolate que tenía frente a él.

—¿En serio?—cuestionó Joel jugueteando con su propio helado.

—Sí. Porque así Chris puede venir a la casa y jugar al futbol conmigo cuando no haya entrenamientos—Joel rio de nueva cuenta ante la respuesta de su pequeño primo y miró a Valentina.

—¿Tú por qué quieres que Danna y Chris sean novios?—interrogó a la niña. Los ojos de Valentina se toparon con los suyos un momento e inspiró profundamente.

—Para que Dan juegue conmigo a las muñecas—Joel le sonrió ampliamente y sus mejillas se volvieron a teñir de color rojo en una fracción de segundo.

—¿Y porque no juegan ustedes juntos? Es decir, un par de días a la semana Valen puede venir a la casa y luego Milo puede ir a visitarte de esa manera pueden convivir más y jugar juntos—ofreció el castaño y ambos niños lo miraron el ceño fruncido.

—Pero las niñas no juegan al fútbol—se quejó Milo.

—Ni los niños juegan a las muñecas—anunció Valentina.

—Milo, hay muchas niñas que juegan al fútbol, de hecho hay equipos profesionales y son tan buenas y valientes como los niños. Y en cuanto a las muñecas ¿Por qué no? Además no tienen que jugar precisamente a las muñecas o al fútbol, pueden hacer muchas cosas juntos—explicó lentamente para que los dos pequeños que lo acompañaban lo entendieran.

—¿Cómo cuáles?—cuestionó Milo olvidándose del helado y mirando fijamente a Joel.

—Bueno, pueden ver películas. Pueden jugar juegos de mesa. Pueden nadar en la piscina.—hizo una pausa—Ir al parque. Andar en patines. Jugar volibol.—rio—Hay un sinfín de cosas que pueden hacer juntos ¿no creen?—cuestionó observándolos a ambos.

Los niños se miraron entre sí y una sonrisa complica se formó en sus labios.—¿También podemos hacer que Dan y Chris sean novios?—cuestionaron al unísono.

Los ojos de Joel se abrieron con sorpresa y pestañeó un par de veces.—¿Qué?

—¿Nos ayudas, Joey?—preguntó Milo lanzándole una sonrisa que podría haber hecho ceder hasta a uno de los empresarios más férreos del mundo.

—¡Por favor, Joey!—suplicó Valentina con las mejillas sonrojadas.

—¡Menudos tramposos!—se quejó en medio de una risita divertida. Negó con diversión y llevó sus ojos a otro lado que no fuese el par de rostros suplicantes que tenía frente a él.

El corazón del chico se aceleró apenas se percató de la presencia de Hailee de pie en la puerta del local observándolo fijamente. Se puso de pie lentamente y ella parpadeó un par de veces pero no se movió ni un solo centímetro.

—¿Joel?—lo llamó Milo.

—No pongan ni un solo pie fuera de esta mesa ¿me entendieron? No se muevan para nada—ordenó—No tardo, así que por favor...

—No te preocupes, Joey. Yo cuido a Valen...—prometió el pequeño y Joel rio en voz baja.

—Me parece perfecto, enano.—susurró lanzándole una sonrisa a la niña. Las mejillas de Valentina Vélez se volvieron a sonrojar y Joel sonrió complacido antes de comenzar a avanzar hasta la chica que seguía de pie en la entrada del local.—Hailee...

ADRENALINA (Éxtasis #1)|C.V.|Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora