Helado

1.8K 190 19
                                    

Estaba sentada en un columpio mirando mis pies, era cerca de las cuatro de la tarde y como casi todos los días me encontraba en el parque para alejarme de los problemas de mi casa. Después de un rato comencé a mover débilmente de un lado a otro el columpio pero volvía que quedarme quieta.

Observé un par de zapatillas rojas que se pararon enfrente de mío— ¿Hola? —levanté la mirada para encontrando ese par de ojos azules y una pequeña sonrisa— Eres Laila ¿Verdad? —asenti y el amplió su sonrisa— ¡Genial! Tenía miedo de haberte confundido con otra. —Se sentó en el columpio de mi costado pero al ver que no me movía se levantó y se fue a mi espalda dónde lo perdí de vista, creí que se había ido hasta que sentí que tomaban la madera del asiento y lo comenzó a jalar para atrás.

Por instinto apreté con fuerza las cadenas y me volteó a mirarlo— ¿Que haces?

Una vez que me tiro lo suficiente para atrás sonrió— te enseñó como se debe hacer —me soltó y me moví para adelante, me empujó unas dos veces más para después sentarse en el otro columpio dónde comenzó a mecerse de adelante para atrás hasta tomar fuerza— ¡Vamos no te detengas!

Sonreí— Esta bien —lo comencé a imitar hasta que ambos íbamos igual.

— ¿Laila? —lo miré— deja caer tu cabeza para atrás parece que pudieras volar —lo observé hacerlo y a los pocos segundos lo imite dejando que mi cabello castaño cayera para atrás y colgará de mi cabeza mientras me seguía con el sutil movimiento del columpio.

Era hermoso ver el cielo celeste con las nubes blancas que parecían algodón, no era distinto a otros días pero nunca lo había visto así como si pudiera tocarlo con mis manos, como si pudiera estar ahí, como si pudiera subirme a una nube y admirar la tierra de allí arriba. Cerré mis ojos por momento y disfrute el momento pero  al  volverlos a abrir me comencé a marear un poco por lo que me volví a enderezar y colocó mis pies sobre la tierra para comenzar a detenerme.

Tim me imitó y al mirarnos le sonreír— ¡Fue divertido! —amplió mi sonrisa mostrando mis dientes.

— Viste es divertido si sabes como jugara —sonrió cerrando un poco sus ojos— ¿Quieres un helado? —acotó levantándose de un salto del columpio no me dejó responder porque tomo mi mano y comenzó a caminar— mi mamá me dejo dinero para comprar lo que yo quiera.

— Esta bien —lo comencé a seguir hasta un pequeño puesto ambulante de helado.

— ¡Buenas tardes pequeños! ¿Que les gustaría? —sonrió amable.

— Dos helados —me mira— ¿De que lo quieres?

Mire por un segundo el cartel de los sabores y hable— de Fresa

— Uno de fresa y otro de chocolate

El hombre sacó un cono para después ponerle un servilleta de papel en la base y a continuación ponerle una enorme bola de helado de fresa y sobre la misma un cuchara, se extendió hacía adelante y estiró su brazo hacía mi— Aquí tienes bonita

— Gracias —le sonreí aceptando el helado.

Repitió el procedimiento con el otro cono nada más que con una bola de helado de chocolate para después dárselo a Tim, quién lo recibe y después con la mano libre saco de su bolsillo un billete arrugado para entregárselo al vendedor quien de vuelto le da un par de monedas.

— Gracias por los helados —acotó Tim al alejarnos un poco.

— Gracias a ustedes, que tenga una linda tardé— sonrió agitando su mano.

Nos sentamos debajo de la sombra de un árbol porqué según Tim así duraba mas el helado. Me dio risa cuándo cuando él le pasó la lengua por un costado y termino con la punta de su nariz cubierta por helado, mientras que por mi lado solo lo comía con la cuchara.

— ¿Siempre vienes sola? —pregunto volviendo a lamer el helado.

— Sip

— Eso es genial, mi mamá siempre me acompaña a todo lugar pero ahora esta hablando con una amiga por eso vine aquí. —no era tan genial como él creía.

— ¿Vives cerca?

— Nop pero aquí tiene una amiga

— oh y ¿Tienes hermanos? —quería seguir hablando con él, no mucho por el contenido de la plática sino porqué odiaba el silencio.

— Nop soy hijo unico —sonrió pero se puso cerio— es algo aburrido a veces ¿Tu?.

— Tengo un hermano mas grande aunque no lo conozco, es hijo de mi papá pero con otra —sonreí.

— Oh es confuso eso

— Si bastante —volví a llevar una cuchara de helado a mi boca.

Stalker Of Angels || MASKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora