Never give up.

Capitulo 25

Me acerque a él y me senté a su lado. 

-Hola- Dije jugando con mis manos. El no contesto –Esta todo bien?- Pregunte. 

-No, no esta todo bien- Lo mire sorprendida. –Lo lamento hermana, no tenia porque haberte tratado así- El timbre sonó e hizo que vuelva en mi. 

-Josh, esta todo bien, yo.. no tenia porque hablar, me tengo que ir. ¿No vas a la fiesta?- El negó, le di un beso en la mejilla y baje. Louis estaba al costado del auto de sus padres, con un pantalón de jean oscuro, una camisa desabrochada en los primeros botones y como siempre sus zapatillas blancas son medias. Se veía, ¿sexy? Mas que eso. Pero como voy a pensar así de mi mejor amigo. Me acerque a él y le di un beso en la mejilla.

-Te... ves.... hermosa- Dijo sorprendido, me sonroje, abrió la puerta del auto y una vez yo adentro la cerro como todo un caballero. Le dio la vuelta y se sentó a mi lado. 

-a donde vamos?- 

-A la fiesta de Amber- Arranco el auto y se puso a andar. 

-Dale tonto, me refería a donde queda?- Le di un leve golpe en su pierna. El rió.

-Ah, lo hubieras dicho y no me pegues, la casa queda saliendo de la ciudad, es un casa muy grande, ya vas a ver- El viaje por suerte no fue de lo mas largo, solo a 15 minutos. Reímos, cantamos y hablamos de los invitados, el conocía a casi todos, pero yo... yo solo lo conocía a el, ni siquiera sabia quien era Amber, por suerte, Louis me dijo que ni Ed ni Harry sabían y que a Jacob no le había dicho nada por lo cual no iban a estar. Al llegar, observe todo. La casa, la gente, los autos. La casa era muy hermosa, grande, en la terraza se podía ver algunos chicos bailando, la música estaba muy fuerte y se podía oír al menos a dos calles, pero por suerte, la casa era en las afueras y a menos de 1Km no había otra casa, mucha gente se veía bajando de los demás autos, entrando, saliendo, tomando y los autos, había de todas las clases, blancos, negros, grises, rojos, rosados, camionetas, convertibles, grandes, chiquitos. Esa no era de esas fiestas caseras, esa era una Gran fiesta. Bajamos del auto y caminamos hasta la entrada, yo tomada del brazo de Lou para no caerme, me sentía insegura, las demás chicas se veían tan solo con minis y remeras muy escotadas, seguras de si mismas, pero yo, a pesar de que mi look era parecido al de ellas todavía no podía sacar esa chica que no le importaba nada, todavía soy tímida y tengo miedo, miedo al ridículo, al que pensaran los demás, miedo a que nadie me hable, a quedarme sola. Al entrar, nos dirigimos hacia una gran sala en el fondo donde estaba el Dj, las luces y toda la gente bailando. Louis me tomo fuerte de la mano y me llevo hasta la barra. 

-Un tequila y algo sin alcohol para mi amiga- le dijo al chico de la barra. ¿Ya desde temprano iba a tomar? Un rico trago con gusto a frutilla me entregaron y Louis se tomo su tequila en menos de 1 minuto. Me volvió a tomar de la mano y me llevo hasta el medio de la pista a bailar.

La música sonaba fuerte y las luces parecían solo alumbrarnos a nosotros. Lo estaba disfrutando, aunque Louis, él se notaba que había tomado demasiado, una chica se acerco y le ofreció una cerveza. 

-YA BASTA LOUIS, NO TOMES MAS- Grite para que me pueda escuchar. 

-No seas aguafiestas- Contesto él, el olor de alcohol que salía de su boca era insoportable.

-LOUIS, BASTA – Volví a gritar y saque la cerveza de sus manos. 

-BASTA TU, Y devuelve eso- Me saco la cerveza de la manos y se fue. Me quede parada viendo como se iba con esa morocha de pelo largo, pero antes, se dio vuelta, me miro de pies a cabeza y grito –ERES UN PERRA, UN MALDITA ZORRA- Ahora si, todo eso que temía estaba sucediendo, quedarme sola y que desaprueben mi ''look'', me sentía de lo mas estúpida, como si todas las miradas se fijaran en mi, me sentía inútil, humillada, una lagrima recorrió mi rostro y decidí salir de ahí. Quedarme sola, ese estúpido miedo, ¿ahora como volvería? Me apoye sobre la pared y limpie mis lagrimas, con cuidado para que no se me valla el maquillaje. Me sentía destruida, necesitaba un abrazo, desaparecer y volver a ser yo. Me tape mi cara con ambas manos e intente no llorar, pero era inevitable. 

-¿Que te pasa hermosa?- Una dulce voz me saco de mi llanto, una mano se poso en las mías y las corrió de mi rostro.