Capitulo 26

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Mire a sus ojos y una alegría recorrido todo mi cuerpo, sus ojos, su sonrisa hermosa, su pelo despeinado y su remera ajustada. ¿Como podía ser que este acá? ¿Como podía ser que me haga tan feliz saber que era él? Limpia con su mano mis lagrimas. 

-Ya no llores- Susurro e hizo que mi piel se erizara. –¿Que es lo que pasa?- Volvió a preguntar.

-¿Que haces aquí?- Pregunte entre sollozos.

-venir a la fiesta, ¿que no puedo?- Esbozo una leve sonrisa y sentí como si el tiempo se parara y estemos nosotros dos en movimiento. 

-Si, tu haces lo que quieres- Se que lo trate mal, pero no estaba de humor. 

-Me vas a decir que pasa así te ayudo?- Volvió a insistir y me tomo por la cintura. 

-Es que... me quede sola, vine con Louis y me dijo... me dijo cosas malas- Otra lagrima cayo por mi rostro, tenia la mirada agacha. 

-Ahora no estas sola, estoy yo- Levante la mirada y el se encontraba a tan solo unos centímetros de mi, nuestras respiraciones se mezclaron. Me beso. 

Me beso apasionado, como si nunca lo había echo o fuera la ultima vez. Me beso tomando mi cintura y juntando mi cuerpo hacia el suyo. Un beso esperado, mágico, tierno. 

-No sabes lo mucho que me gustas ___- 

-Lo dices solo por como estoy vestida y porque ahora soy rubia-

-No ____, me gustas desde que te vi, desde que entre al colegio y te vi con tus amigas sentada, tus mejillas estaban rosadas de tanto reír y tus ojos brillaban, eras la única chica que no llevaba una gota de maquillaje y eras real, natural. Nunca encontraba la forma de acércame a vos, de hablarte...- Me tomo de la mano y me llevo hasta un auto. –Vamos a mi casa- Lo mire y sonreí, no iba a dejar pasar esa oportunidad, además, estaba sola y solo quería irme de esa estúpida fiesta a la cual nunca tuve que haber ido. O por ahí si tendría que haber ido, puede que sea la única oportunidad. La casa de el quedaba mas cerca de la mía por lo cual llegamos mas rápido, bajamos y el me alzo en brazos ya que yo me había sacado los zapatos porque me hacían doler. 

-No fue una buena idea ponerme estoy zapatos- Reí y el poso sus labios en mi mejilla, dándome un tierno y delicado beso, entramos a la casa y me bajo delicadamente. –¿Estamos solos?- Pregunte cuando al fin cerro la puerta y me ayudo a sacar mi chaqueta. 

-Si – Respondió secamente y me tomo por la cintura. –No sabes cuanto tiempo espere para tenerte en mis brazos- 

-Desde que me volví rubia y cambie mi look- Proteste. 

-No, desde siempre, desde que te vi por primera vez. Me gustabas mucho, estaba ... enamorado, se podía decir que te amaba por la forma que hablaba de ti, pero no podía ser así ya que nunca habíamos mantenido una conversación, pero cuando hablamos y me ayudaste con ... bueno tu sabes, mis ganes de tenerte se volvieron mas grandes. Tu eras inalcanzable para mi, eras un gema en la cima de una montaña difícil de alcanzar, eras todo para mi- 

-Y ahora que cambie mi look te gusto mas verdad-

-No, me gustaba la ____ antigua, pero no me voy a negar que la nueva es fantástica, aunque solo espero que por dentro sigas siendo la misma- Esas palabras eran sinceras, eras tiernas, eran reales. Lo bese como siempre lo había deseado y el comenzó a acariciar mi cuerpo, primero por encima des vestido y después comenzó a subirlo. Todo el frió que tenia se fue y comencé a sentir calor, era la primera que me sentía así. Podía ser que hoy sea mi primera vez.

Never give up.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora