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Jamaica era un lugar muy tranquilo, él lo sabía, por eso había ofrecido dicho lugar para el pequeño momento de paz que el chico de rulos pedía. La brisa marina se llegaba como si nada al pequeño relieve donde se encotraba la casa de su novio con quién, sentando a unos sillones justo frente de él, compartia aquel momento de paz y soledad los dos juntos, por primera vez después de tanto tiempo; antes de que la misma presión llamada fama cayera sobre los amantes. El sonido de la guitarra en las manos ágiles del rizado era melódico y totalmente agradable, hacia rato que este seguia ese ritmo, quizas alguna idea para su álbum abra surgido.
- Sweet creature.. Had another talk about where we going wrong, but we still young, we don’t know where we’re going but sure know where we belong … -la voz profunda y rasposa del mayor se hizo presente llamando la atención completa del castaño de ojos zafiro haciéndolo estremecer de pies a cabeza.
Ese simple verso hizo que su corazón diera un vuelco por completo sintiéndose conmovido por las palabras del mayor quien lo observó de reojo con una sonrisa ladina mordiéndose una esquina de su labio inferior dando entender que eso era todo lo que tenia; ¿Pero a quién le importa?
- And we started just two hearts in one home. Was getting hard when we argue, we’re both stubborn I know oh… -la chillona voz del castaño quiso danzar por igual acompañada de un leve calentamiento de tono carmesí en sus mejillas sintiendo la mirada de su novio el cual había dejado de tocar solo por unos segundos sorprendido pero igual de encantado por el aporte de la menor.
- Sweet creature, sweet creature Wherever I go, you bring me home Sweet creature, sweet creature When I go out of road, you bring me home~
Las sonrisas cómplices de ambos amantes era algo digno de contemplar; tantas cosas que podían decirse que no dicen por el simple hecho de que ya lo saben. Un parpadeo, una sonrisa, un roce de manos; saben decifrar todo porque así vivieron toda su vida. Si, aman su nueva libertad. Para los dos es como tomar una segunda bocanada de aire después de tantos años; es solo que, algunas cosas no cambian.
