Entre dos bandos

Prólogo

●KIM○

—¡¡YO NO FUI!! ¡¡LO JURO!!—Gritó aquel hombre mientras el mayor, allí presente, no dejaba de torturarlo.

Daba igual cuantas lágrimas o gritos soltara...jamás saldría vivo de aquella pequeña y oscura habitación.

Mi hermano lo observaba con repugnancia, como si fuera un ser asqueroso al que hubiera que ereadicar....pero en realidad solo era un hombre que no había podido pagar las deudas que tenía con la familia Kim.

—¡¡NO ME MIENTAS!!—Se levantó colérico de la silla de madera en la que estaba, peteándola con fuerza.—Explícame entonces como has podido pagar todas tus deudas, justo el día después de venir a nuestra casa, y que por arte de magia hayan desaparecido objetos de gran valor ¡¿ME VES CARA DE IDIOTA?! ¡¡¡TÚ NOS HAS ROBADO!!!—Mi hermano le agarró la cara con la mano haciéndole mirarle directamente a los ojos.—Y ahora lo vas a pagar...—Soltó una risa macabra.

Caminó hacia la mesa que tenía próxima, la observó con un sonrisa que a cualquiera hubiera horrorizado mientras se debatía sobre que utilizar. Le observé el rostro y cuandi ví sus ojos brillar supe que ya había encontrado la que sería su arma final.

—Por favor, por favor t-tengo familia, hi-hijos...—Sollozaba aquel hombre mientras un río de lágrimas empezó a caer por sus mejillas.

Me dió lástima, aquella escena hizo que mi subconsciente reaccionase....... quería acabar con su sufrimiento.

Me acerqué a él lentamente, convenciéndome de que esta era la mejor opción. Apreté los labios, temía la reacción de mi hermano y.....todavía más la de mi padre.

—Se-señorita, usted e-es buena, por favor a-ayúdeme—Dijo con dificultad debido a su llanto.

Esa fue la gota que colmó el vaso, sé que lo que iba a hacer era lo más correcto.
Acerqué mi mano a su mejila, la cual acaricié mientras le sonreía intentando tranquilizarle.

—Lo haré...voy a acabar con su sufrimiento—Le dije mientras apartaba mi mano de su mejilla.

Lo miré directo a los ojos y bajé mi mano de su mejilla. Aquel hombre me sonrió lleno de esperanza, creía que su vida estaba a salvo...pero solo tuvo que seguir la dirección en la que mi mano iba para que aquella sonrisa se borrara y que su cuerpo se encogiera del temor.

—N-no ¡¡¡POR FAVOR NO LO HAGAS!!!— Gritó desesperado.

Mi hermano giró bruscamente, sus ojos se clavaron en mí, su mirada me rogaba que no lo hiciese...sabía cuales serían las consecuencias de esto.
—¡¡¡SUNHEE NO!!!— Gritó corriendo hacia a mí.

Se que lo hacía por mi bien, que todo era porque se preocupaba por mí pero no dejaría que le hicieran tal atrocidad a aquel hombre.

Cuando el sonido de mi arma resonó por toda la habitación mi hermano paró en seco y me miró con ira y preocupación al mismo tiempo.

—¡¿QUÉ HA PA...?!—Gritó al entrar otro de mis hermanos.

Se quedó inmóvil al ver la escena, su mirada reparó en mí y enfurecido corrió hacia mí para hacer algo de lo que probablemente se arrepentería.

—¡¡¡TRANQUILÍZATE JIN!!!—Inquirió Namjoon mientras frenaba a nuestro hermano mayor.
—¡¿CÓMO SE TE OCURRE HACER ESO SUNHEE?! ¡¿ES QUÉ ACASO NO SABES LO QUE PADRE TE VA A HACER?! ¡¡¡TENÍAMOS QUE TORTURARLO HASTA QUE MURIESE NO MATARLO DE UN PUTO TIRO EN LA CABEZA!!!—Gritó alterado intentando zafarse del agarre de Namjoon.