Mi vida con el Cap 1

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Todo sucedió tan rápido miestras caminaba por la calle sin pensar en nada ni nadie en total paz y relajación sin importar toda la gente que había a mi alrededor sin importar absolutanment nada sólo en mi cigarro era yo alguien pequeña en una cuidad inmensa donde suelo pasar por inadvertida alguien totalmente invisible para el resto, pero derrepente apareció el con su calida mirada que me hace olvidar todo.

-Hey que haces con mi cigarro.-Dije sin siquiera mirarle a la cara.

-Lo siento pero no te lo devolvere.-Estás todavía muy pequeña para fumar.

-Ese es mi asunto.-Dije con un tono seco.

Sabía que el fondo tenía verdad pero no quería admitirlo mi vida era tan solitaria tan vacía que sólo esperaba tener la suerte de que un camión me atropellara para no seguir existiendo.

¿Por que fumas?-Dijo en un tono dulce.

En ese instante por fin me digne a mirarlo a la cara tenía el cabello café oscuro parecía un muchacho de dieciséis años con unos ojos café claros tan claros como la miel y una mirada con la se podría enamorar a cualquiera, media alrededor de un metro setenta y cinco con unos labios muy atractivos quedanto atónita por dentro pero sin mostrar ninguna emoción hacia fuera hacia tres años que había abandonado toda emoción o sentimiento.

Para matar las penas de la vida supongo.-Dije sin siquiera mover un músculo.

-¿Donde vas?-Me pregunto sonriendo.

En ese momento me pregunto dónde iba, pero las palabras slieron de mi boca por si solas contestando al café que está en aquella esquina.

Entonces te acompañare.-Me miro y empezó a camir a mi lado.

No pronunció ninguna palabra en todo el trayecto pero en cuanto llegamos me abrió la puerta, me recordo a los caballeros antiguos esos que sólo aparecen en los libros, nos sentamos en la mesa que me siento siempre la cual tiene escrito sólo respira, esa simple frase me ayudaba a mantenerme viva, no se lo decia a nadie pero a diario pensaba en suicidarme se que soy algo joven solo con quince años pensaba estaba cansada de la vida era aún más triste averlo pensado desde los once pero este instinto creció apartir de  los trece.

Pedí un capuchino con unos waffles y el pidió exactamente lo mismo, parecía examinarme como si no entendie algo.

Coloque mi codo en la meza sosteniendo la taza miestras miraba por la ventana, sinti como sé me bajo la manga de la bluza y me dije mierda hacía mis adentros.

Pero que carajos no entiendo por que la gente se corta como si lograran algo con eso, se hacen daño y no valoran su vida.

Eso es cosa de cada uno.-Dije con un tono más frío que el hielo.

No seas tan dura.-En ese intante senti como mi muro de seguridad se caía con tan solo unas simples palabras.

No simpre fui así.-Respondí sin poderle mirar a la cara.

Seque eres buena en el fondo y no me puedes engañar.-Puso una sonrisa que me tranquilizó por completo.

Y que tiene de malo que no lo demuestre después de todo nadie lo hace.-Por fin podía empezar a reconstruir el muro de seguridad en mi cabeza.

Todas las las personas deverian ser buena y tratar de ayudar a los demás.-Me quede tan helada como el hielo, no podía creer que había alguien tan bueno debía estar jugando, está era una broma y esto un concuerso de televisión si eso devia ser, eso lo explicaría todo.

En ese instante mi celular sonó era mi padre me necesitaba rápidamente en casa de mi hermana por una me emergencia.

Perdon esque te confundiste de persona creo.-Note que que me miraba directamente.

Perdón pero me tengo que ir, mi padre me llamó por que necesita hablar conmigo algo urgente-Me miro con unos ojos tan tiernos que me decian quédate porfavor pero no iba a caer en un truco tan barato.

Pero volverás mañana.-Dijo utilizando un tono tierno con un toque de súplica.

Claro.-Respondí mientras avanzaba hasta la puerta con un tono algo duro, sin siquiera mirar atrás.

Hace bastante había decidido nunca preocuparme por alguien por debía de hacerlo ahora y menos por alguien que acababa de conocer.

Llegue a la estación de metro no podía parar de recordar es mirada y esa sonrisa, pero devia de hacer algo como.una simple persona había podido derribar un muro que estaba hay desde hacía más de cinco años como era eso posible, no podía parar de pensar en todo lo que había pasodo durante mi vida y lo fría que me había vuelto.

En cuánto llegue a casa mi hermana toque el timbre mi padre me habrio con algo de angustoa me iso estrar muy rápidamente al comedir no era algo muy grande, pero desde el se podia ver el patio y la pisina me pidió que me sentará en una silla que me preparará por lo que me iba a decir y en ese instante lo soltó de golpe.

Mamá murió.-Fue como una bomba que explotaba en mi cabeza, no la conocía mucho, se habia marchado de casa a muy temprana edad, mis últimos recuerdos de ella eran de un viaje de fin de semana a la playa donde todo era perfecto y muy feliz, aunque no recordaba mucho de ella todos los recierdos de ella eran felices.

Eso es imposible.-Eso no podía averle pasado a Mama ella devia de estar viva.

Lo lamento pero viajaba en un bus y un conductor ebrio impacto con el bus provocando que saliera del camino.-Cada palabra aumentaba el dolor ella era la única persona que me entendía en el mundo pero ella está muerta.

Con permiso.-Subí la escalera para dirigirme a la degunda planta aunque no era mi casa solía quedarme allí muchas veces debido a los viajes de mi padre pero solo pude cerrar la puerta de la habitación donde me dolía quedar siempre, sentarme en el suelo y esperar a que todo pasará todo el día era una broma no podía estar pasando algo asi.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2014 ⏰

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