Operación Katrina© || TERMINADA

Capítulo 29

No nos han dicho nada de Joanna y eso que ya pasó aproximadamente una hora.
Lo que siento es indescriptible; soy una desgraciada, no merezco a Liam ni a mi hija, eso lo tengo más que claro.
Liam está sentado en una banca, con la mirada perdida en una esquina del techo junto a su madre, ambos se han dedicado a evadirme y... aunque lo tengo bien recibido, duele mucho porque me siento muy sola en estos momentos...

Mi móvil comenzó a sonar; es Alessia... lo qué me faltaba.

—¿Qué ocurre, Alessia? —pregunté al contestarle.

—Necesito que vengas a mi casa de emergencia, creo que estamos cerca de Lucy Carlin —me dijo y sentí deseos de gritarle que se fuera al infierno.

—¿Crees que eso me importa ahora? Mi hija...

—Tenemos a Sky Coleman, es una maldita perra soplona —me interrumpió.
Apoyé mi frente en la pared, y mordí mis labios al sentir lágrimas correr por mis mejillas.
Lo sabía... sabía que esto iba a pasar, ¡mierda, lo sabía!

—¿Katrina? —titubeó.

—Aquí estoy —le respondí, luego de tomar una bocanada de aire —. ¿Qué hicieron con ella?

—Aún nada, es por eso que te necesitamos aquí. Esa perra te ha hecho daño, es bueno que estemos juntos para sacarle la verdad.

—Pero, ¿cuál verdad, mujer? Sky Coleman también le hizo daño a esa chica, ¿cómo vas a dudar de ella? —cuestioné, comenzando a llenarme de miedo y desesperación.

—Ay por favor, Katrina. Algo oculta, no tiene ni el más mínimo interés en lo que sucede, pudiendo obtener información rápido. Lucy Carlin sabe mucho, ¿no es muy obvio? ¡Ella está jugando sucio!

—Alessia... no le toquen ni un pelo hasta que yo llegue, ¿okey? ¡No la toquen! —le ordené, cortando la llamada.
¿¡Qué se supone que voy a hacer ahora!?

Caminé hacia la salida a paso apurado, y me detuve al escuchar a Liam decirme:
—¡No tienes vergüenza, Katrina! Tu hija está debatiéndose entre la vida y la muerte, y tú... tú te vas con tu amante.

—¡¡¡Cállate!!! —rabié alterada —No te metas en mi maldita vida otra vez, ¡¡¡tú no sabes nada, imbécil!!! —Salí del hospital y subí a mi camioneta, hecha un mar de lágrimas.

Todo iba tan bien, ¿por qué se me está arruinando todo de la esta manera?

No sé qué hacer... es la primera vez en muchísimo tiempo, que no tengo un plan en mente para llegar a una solución.
No puedo dejar que lastimen a mi confidente en todo esto, pero, tampoco puedo decir que soy Lucy Carlin. Estoy jodida...

Llamé a Erhan desesperadamente y le pedí que contratara a varios tipos, para encargarse de encerrar junto a Emmanuel Castillo a los padres de Thomas, a la esposa de Óscar, a Daniel, y a Margaret, es hora de que termine con esto.
Anne y Liam tenían razón cuando me decían que debía de parar, todavía estaba a tiempo... ahora no saben cuánto me arrepiento de no haber escuchado sus consejos.

Llegué a casa de los Baylee y bajé a su sótano, con el corazón hecho añicos.
Quiero morirme ahora mismo...

Sky está golpeada salvajemente, con sus manos y pies atados, está... está mal.

—¡¿¡Acaso no dije que no la tocaran!?! ¡¡¡Lo dije, carajo!!! —enervé, acercándome a Sky.
Ella me miró, y con esa misma mirada, fue con la que me pidió que le asegurara aquella promesa.

—Es policía, ¿¡cómo íbamos a traerla!? La desgraciada sabe defenderse —señaló James.

Una lágrima me ganó la batalla y Sky tragó saliva, ambas sabemos que esto no acabará nada bien.

—Ella no sabe nada, puedo asegurarlo. Su desinterés no tiene que ver con lo otro —aseguré.

—¿Cómo puedes estar tan segura? —cuestionó Alessia.

—Sky Coleman no es de las que juegan sucio —afirmé.

—¿La estás defendiendo? Te recuerdo que por su culpa, casi te mata un infarto. Tú misma me has dicho que no la soportas por lo que te hizo, que simplemente eres hipócrita con ella para no tenerla de enemiga, ¿por qué la defiendes ahora? —averiguó Alessia.

—¿Estás dudando de mí, Baylee? ¿Es eso? ¡Estás loca, mujer! ¿También dudas de mí? ¡Vamos, dilo y dame una razón para romperte la maldita cara de una buena vez! —le grité y James se interpuso entre ambas.

—Mi hija no ha dicho eso, ¿por qué te alteras, Katrina? —me preguntó frunciendo el ceño, y supe que mi actitud, estaba dejándome en evidencia.

—Lucy Carlin va a patearles el culo, y seamos realistas, eso merecen, eso merecemos por lo que hicimos —dijo Sky en un hilo de voz.

—¿Quién es ella? —demandó David O'Connor —Es mejor que lo digas ya, Sky.

—Ella es maravillosa, y aunque me sigan golpeando, no voy a delatarla. Pueden matarme de una puta vez si es lo que quieren, porque no diré quién es. Es más fuerte de lo que piensan y... los tiene en sus manos —confesó y mi sangre se heló.
¿Qué ha hecho?

—¿Ves, Kat? Sí nos estaba jugando sucio —murmuró Alessia con ironía.

—¿Por qué, Sky? —le pregunté, tratando de no llorar.

—Era lo mínimo que podía hacer por ella, pues me perdonó la vida, incluso cuando no lo merecía. A pesar de todos mis errores, me permitió ser su amiga, confió en mí, y yo... yo prometí llevarme a la tumba su secreto —me contestó, haciéndome sentir mucho peor.

—Sky... ellos... nosotros... te haremos daño por ella. ¿Vale la pena perder tu vida por no delatarla? —interrogué, muriéndome por poder sacarla de aquí y abrazarla.

—No me importa, no diré nada —insistió.

—Mátala, Katrina. Hazlo tú, mereces hacerlo por lo que te hizo —me dijo James, dándome su arma y haciendo que le apuntara a su víctima —. Véngate, ella nos delató con la prensa.

—No, no voy a hacerlo —me negué muy alterada —. ¡¡¡No voy a matar a Sky Coleman, nadie va a hacerlo!!!

—¿Por qué me defiendes tanto? ¿No será que tú también estás del lado de Lucy? —me cuestionó Sky —Haz lo que tengas que hacer, Katrina.

—¡¡¡No voy a dispararte, entiéndelo joder, no voy a hacerlo!!! —exclamé rompiendo en llanto.

—¿¡¿Qué demonios te pasa?!? —demandó James, zarandeándome furioso.

—¡¡¡Demuestra lealtad y dispárame!!! —me gritó Coleman.

Estoy temblando...

James continuó gritándome y jaloneándome, hasta que un sonido ensordecedor, me dejó paralizada.
Se me ha... se me ha escapado un tiro...