Fragmentos de memoria - Cap 6.

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Dante.

Esperé a Nero en la sala principal ¿Tanto se tardaba? Oí unos pasos desde las escaleras, voltee a observar a mi postrecito que bajaba llevando una remera con el logo de un hongo verde, será de algún juego que seguirá o cosas raras suyas, un pantalón negro y unas zapatillas marca "converce" color blanca. Debo admitir que se veía lindo.
-Al fin-dije sonriendo.
Me dirigió una mala mirada.
-Iremos a desayunar fuera.
-Ya que-dijo entre suspiro mientras rodeaba los ojos.
-Vamos nene. No seas tan apagado-dije tomándolo por el brazo-Hoy tenemos un largo día.
Y lo obligué a abandonar la agencia.
-¡Hey!
Y era cierto, hoy nos esperaba un día largo. Voy a hacer lo posible para recuperar su memoria. Fuimos a desayunar a la cafetería en dónde siempre nos hemos visto.
-¿Qué tienes entre manos?-preguntó sentándose cerca de una mesa que daba hacia el gran ventanal.
-¿Yo?-pregunté confuso mientras me señalaba-Nada.
Achicó los ojos y dijo con desconfianza.
-No te creo para nada.
-Hey, se que me he pasado un poco con lo de anoche.
-¿Un poco?-preguntó alzando una ceja.
-Bueno. La he cagado, lo sé pero entiende que me es difícil estar lejos de ti.
Su rostro se tiñó de rojo.
-Hay gente en el alrededor Dante-dijo entre dientes mientras veía hacia todos lados.
-¿Y? ¿Qué? ¿Acaso no puedo mostrar mis sentimientos hacia otra persona?-pregunté alzando un poco más el tono de voz.
-No con un hombre idiota.
Me observó fuerte yo solo reí.
-Bien. Entonces dime ¿Qué haremos hoy?
-Sorpresa-respondí sonriente.
Levantó una ceja albina.
-Odio las sorpresas, y más si vienen de ti.
-Auch. Eso dolió-fingí sentirme ofendido-Me ofendes.
-¿Ofenderte? ¿A ti? ¡JA!.
Lo observé cruzándome de brazos.
-Claro, pero antes si te gustaban las sorpresas, y más si venían de mi-agregué picaro y alzando las cejas.
Se puso rojo como un tomate y tragó fuerte.
-Eres un idiota-gruñó frunciendo el ceño.
Sonreí victorioso hacia mis palabras.
Acabamos de desayunar y mi plan daba a comienzo.
-¿A dónde vamos?-preguntó Nero quejoso por haber caminado mucho-Ya hemos caminado demasiado.
-Shhh-señale.
Se detuvo en seco.
-¡No me calles maldito viejo!-ladró.
-Ya hemos llegado-dije deteniéndome. Voltee hacia él y señale hacia el gran parque de diversión cerca del mar.
Nero observó asombrado el lugar.
-Ven, vamos.
Tomé su mano, ns metimos y comenzamos a divertirnos un poco.
-Dante-me nombró.
Voltee el rostro para observarlo. Tenía el rostro escondido ¿Qué le sucedía? Me acerqué y pregunté.
-¿Estás bien?
-¿Podrías soltar mi mano?-preguntó por lo bajo.
Observé nuestras manos tomadas.
-Lo siento-me disculpé soltándolo mientras reía.
Nero solo se hundió de hombros y siguió caminando.
-Hey-llamé acercándome a su lado-¿No vas a jugar?.
-No estoy de buenas para ello-respondió metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.
Frustrado dibuja una linea recta en los labios ¿Por qué actuaba de esa manera? Si no he hecho nada malo hasta ahora, solo deseo pasarlo bien a su lado ¿Qué le sucede?

Pero no, no dejaré que te salgas con la tuya.

Pensé tomándolo por el brazo.
-¿Qué estás haciendo?-fulminó observándome fuerte.
-Llevarte hacia la diversión-respondí jalando de su brazo.
Lo obligué a divertirse conmigo.
-¡Toma eso!-festejó alzando el brazo como victoria.
-Mi arma se ha trabado-mentí cruzándome de brazos.
-Si claro. Admite que te he ganado y soy mejor que tu en puntería-se burló riendo.
Bueno, al menos lo he hecho reír.
Pensé desviando los ojos hacia él. Solté un suspiro y dije.
-Esta bien. Admito que me has ganado pero ¿Mejor que yo en puntería? Imposible.
-¿Revancha?
Sonreí.
-Acepto.
Volvimos a aquel juego de apuntar y tirar a los puntos marcados ¿Quién gano? Pues claro que fue mi persona.
-Te he ganado-dije caminando por el muelle.
-Estamos empatado-se defendió.
-Pero he tirado más que tú.
-Aún así estamos empatados.
-Hey, eres un mal perdedor-me burlé riendo.
-Mira quien habla-rió.
-Quedémonos aquí-dije deteniéndome cerca de las vallas.
La vista era perfecta con aquel crepúsculo.
-¿Te has divertido?-pregunté.
Asintió sin apartar los ojos de la vista.
-Espérame-dije caminando.
-¿A dónde vas?-preguntó girando el rostro hacia mi.
-Tú solo espera.
Fui a un carrito a comprar dos algodones de azúcar y volví sonriente. Nero me veía riendo.
-¿Esta era tu sorpresa?-preguntó alzando una ceja.
-Que te puedo decir. Son detalles mínimos pero importan-respondí sonriendo de lado.
-Eso es cierto-asintió apenas tomando el algodón azul.
-El color rosa queda contigo-dije de manera burlona.
-Claro que no. El rosa va con tus ojos.
-¿Acaso estás coqueteando conmigo?-pregunté alzando las cejas.
-C-Claro que no-respondió volviendo el rostro al frente-No seas idiota.
Reí y me apoyé en las vallas. Unos recuerdos titubearon en mi cabeza y no pude evitar soltar un suspiro.
-Esto me trae recuerdos.
-¿Si?-desvió los ojos hacia mi.
-Si-respondí desviando los ojos hacia el algodón de azúcar que se iba derritiendo en mi mano-Aquí veníamos con frecuencia a estas horas. Al acabo de aquellas misiones estresantes decidíamos despejarnos un poco viniendo y hablábamos de cualquier tema descabellado pero con tal de distraernos y pasarla bien juntos.
Lo observé sonriendo.
-Se te está derritiendo el azúcar-dijo desviando los ojos hacia el algodón.
-Oh.
Mordí el algodón y observé hacia Nero que reía.
-¿Qué?
-Tienes algodón en la cara-respondió tratando de aguantar la risa.
-¿Dónde?-pregunté con una interrogante.
-Aquí tonto.
Se acercó y acercó su mano a mi rostro para quitar aquel algodón. No pude evitar sentir un escalofrío recorrer por mi cuerpo cuando el tacto de su cálida mano toco mi piel.
-Listo-dijo volviendo sus ojos a los míos.
-Gracias-agradecí sonriendo. Posé mi mano sobre la suya y lo contemplé, Nero no se opuso a la acción. Decidí acercarme a su rostro y depositar los labios sobre los suyos.
Habían pasado tantos días desde que no lo podía sentir de esta manera que lo extraño tanto y cada vez que estoy cerca suyo no puedo evitar hacer esto.
Se apartó negando con la cabeza.
-L-Lo siento-se disculpó apenado.
-No, no pidas disculpas.
-Dante yo... esto-dijo bajando el rostro-No puedo.
-Nero ¿Por qué me evitas?
-Es que... esto es tan extraño para mi.
-¿Por qué? ¿Acaso te da verguenza el estar con un hombre?
-Somos hombres Dante. Dos hombres, es imposible.
Sentí una presión en el pecho.
-Pero Nero. Lo nuestro es algo diferente.
-No puedo Dante. Tengo miedo.
-Déjame ayudarte.
Negó con la cabeza.
-Detente Dante.
-¿Por qué haces esto? Sientes cosas por mi pero tratas de evitarlas. Déjame ayudarte a recordar.
-No puedo, no puedo.
Fruncí los labios y con el puño cerrado golpee una valla. Lo estaba perdiendo, poco a poco se aparta de mi.
-Es... mejor que me vaya de aquí-dijo.
Se fue y me quede sólo allí observando su solitaria espalda.

Muchas gracias por tomar parte de su tiempo, leer mis fanfics, darle cariño y comentar tantas cosas lindas. Se los agradezco de todo corazón ♥ siguo escribiendo por todos ustedes, me encanta reír con sus comentarios y que me escriban xD son los mejores, nunca me falten xD
Bueno, espero que les guste este capi un poco sad al final pero bueno, ya saben que me gusta poner las cosas intensillas entre ambos 😏
Nuevamente muchas gracias ♥♥♥

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