Ventanal.

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La noche fue larga. Muy larga.

Stiles, por un lado se pasó la noche en vela vigilando por si alguien decidía que era buen momento para atacarlos. Theo en cambio, se pasó la noche buscando alguna forma de poder quedarse junto a Stiles, pero aquello era imposible. Stiles lo iba a hacer marcharse, aun que él mismo tuviera que llevarlo al avión a rastras. 

Bufó resignado y finalmente trató de dormir sentado en uno de los despachos del banco, con su hija en brazos. 

Stiles y Scott habían acordado llevarlos a Irlanda, a un pueblo llamado Adare. Tenían un vuelo bastante largo por delante, y al llegar, un viaje en autobús desde Dublín, hasta el pueblo, por lo que era recomendable que Theo descansara.

Los primeros rayos de sol molestaban a Stiles, que estaba realmente agotado, pero ya había llegado el momento de despertar a los demás e ir al aeropuerto. 

Antes de despertar a Theo, suspiró y observó como dormía junto a su hija un par de minutos, hasta que Scott se acercó y decidió despertarlos rápidamente.

Se sentía triste, ya que sabía que Theo se marchaba, pero no sabía cuando iba a poder volver.

— Theo, despierta —Susurró acariciando el rostro del contrario tras agacharse junto a él— Ya es hora de que despiertes.

Theo abrió los ojos y llevó a mirada directamente a la de Stiles. Ambos tenían la misma expresión en los ojos, Stiles no quería que se marchara, y Theo no quería marcharse. Pero la decisión estaba tomada.

— Se que te acabas de levantar, pero no tenemos tiempo para dejarlo para más tarde. Tienes que dejarme aquí tu teléfono móvil. Puede que nos estén rastreando y no quiero arriesgarme a que vayan a perseguirte.

— Tranquilo, Stiles, se como defenderme.

— No es por eso, Theo. No vas allí a ser perseguido, te vas para estar fuera de peligro, y para poder cuidar de Claudia tranquilo.

— Tranquilo no voy a estar —Indicó Theo antes de levantarse— Pero toma mi móvil.

Tras decir aquello, Theo metió la mano en su bolsillo y le entregó su teléfono.

— Cuando llegues allí, quiero que compres un teléfono móvil de prepago y me llames. Por favor, Theo.

— ¿Y tú si vas a llevar el móvil encima?

— Llevaré los dos. Me interesa que me encuentren, y llevando los dos, van a pensar que estamos juntos, y saben que no dejaríamos a la niña sola, por lo que es un buen punto.

— A veces se me olvida que estás en todo — Murmuró el contrario antes de rodearlo con un brazo, y caminando en dirección al vestíbulo del banco — Al menos espero que te invites a desayunar en el aeropuerto.

— No hay tiempo, os vamos a llevar con el tiempo justo para que sólo tengáis que subir al avión. Puedes desayunar en el avión, Theo.

Theo arrugó el morro.

— La comida de los aviones, es un poco....

— Asquerosa. Lo sé, pero hay que hacerlo así. 

Stiles lo observó con los ojos vidriosos y lo abrazó con fuerza.

— Prométeme que cuando compres el teléfono, vas a grabar algo para el buzón de voz, por si me da por llamarte cuando estés durmiendo, o no tengas cobertura. Así al menos podré escuchar tu voz. 

— Eres bobo, no entiendo como para unas cosas eres tan duro, y para otras tan blandito — Tras decir aquello, soltó una carcajada y revolvió el pelo de Stiles — Grabaré eso para que te sientas mejor. Pero tu tienes que hacerme una videollamada cada tarde. 

A escondidas (Steo). 2ª parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora