epílogo

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11 de septiembre del 2024

¿Casualidad? No, volver a la Argentina después de cuatro años, justo para esta fecha no era casualidad, las casualidades no existen.

Esperaba al costado del campo de juego, mientras observaba como una gran parte del estadio se rendía ante la vuelta de su lateral derecho.

Gonzalo sin lugar en España y ante la llamada del presidente de de River no dudo un segundo en volver al club de sus amores, donde se enfrentaba el último campeón de América.

» Boca no chamuyes mas la mentira se acabo. Vos tiraste gas pimienta porque sos puto y cagón.

» Las gallinas son así, son las amargas de la Argentina, cuando no salen campeón esas tribunas están vacías.

Comenzaba la guerra de canciones, de hinchadas, a medida que los jugadores ingresaban a la cancha, que lindo que era un superclásico con hinchada visitante, era algo único.

Cuando la gente de River se enteró que Montiel volvía al monumental, los borrachos del tablón, decidieron darle una bienvenida. “Bienvenido a casa, Capi” “Gonzalo Montiel, el orgullo del barrio” “Gracias por volver, Capitán"

El club, reconoció el gesto antes del partido, el cual fue respetado por los jugadores, lo que pasaba en las tribunas era un mundo aparte.

Gonzalo ingreso al campo con Marlene en sus brazos, portando la mítica camisita veintinueve con la que había conseguido todo antes de irse en en dos mil veinte, distinguido por conseguir una la libertadores, la Sudamérica, la suruga bank y el tan ansiado mundial de clubes con tan solo veintitres años.

Luego de la foto se acercó con su pequeña hija en sus brazos, hasta donde estaba Keila, la entrego y dejó un beso rápido en su labios para volver a la cancha.

Keila observó todo el primer tiempo tranquila, el que decía que disfrutaba del superclásico seguramente estaba drogado. Los nervios, la impaciencia y la adrenalina del momento es imposible pasarla bien. Agustina, la mujer del actual capitán de River era quien trataba calmarla.

El marcador se abrió por parte del rival con una pelota parada que descolocó a River, quién no tardó en resolver, en un retroceso que dejó mal parado a River Keila y Agustina vieron lo mismo, chino caía en pleno retroceso quedando tendido sobre el pasto.

La lesión que Lucas venía arrastrando en la semana, había concretado su punto máximo, antes de salir de la cancha con un desgarro que lo dejaría mínimo un mes fuera de las canchas, saco la cinta de capitán de su brazo y se la dió a Gonzalo con una sonrisa.

Montiel sin intimidarse ante lo que significaba ser capitán de River, tomó la cinta y golpeó la espalda de su amigo murmurando algo solo para que el escuchará.

Los últimos quince minutos del partido, River bombardeaba el arco de boca en el que Manuel Roffo era el único protagonista. Minuto ochenta y dos una pelota que le queda a Gonzalo quién había quedado como nueve tras una jugada, le queda un rebote que saca la defensa y de una volea descoloca a Roffo quien no puede atraparla y le da el empate a River.

Rápidamente corrió al alcanza pelotas y le pidió una pelota mientras sus jugadores se tiraban encima el, la llevo debajo de de su camiseta y su dedo pulgar a la boca.

| 29 | Gonzalo Montiel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora