Hoy, el frío invernal cala mis huesos... bueno, es un decir; es increíble como las costumbres se encargan de manejar nuestras vida. Ahora mismo estoy hablando de cosas que ya no tengo, y que vagamente recuerdo. Cosa irónica... un fantasma hablando de vida, de huesos, ¿Puede ser incluso mas ridículo? Estoy seguro de que se ve ilógico, pero...todos en algún momento, tenemos realidades inexistentes, cosas que nos creemos; las construimos en nuestras ingenuas mentes y luego las tragamos como si fueran ciertas. Una vez más te acostumbras a pretender que la mentira es verdad, es como un efecto placebo... te empeñas en volverte esclavo del hábito, y no puedes ver la pantalla verde sobre la que proyectas lo que te gustaría que fuera verdad.
Ahora mismo, échame un vistazo a mi. Finjo ser uno mas, mezclarme entre las pisadas de los hombres me hace sentir parte de sus ocupadas vidas, me hace sentir uno mas de entre la multitud. Llevo un maletín, me canso de caminar, y hasta podría jurar que alguien pasa por al lado mio y me mira con sus cansados ojos alegres que saludan sin hablar. ¿es acaso posible? No, por su puesto que no. Pero me gusta creer que lo es, y al final de cuentas el mundo no es mas que eso; es la película que tu mente se encarga de poner frente a tus ojos. No quiero que termine la función. Me gusta el reparto, me gustan los escenarios, la música que marca el son del baile que protagonizan sus personajes. Me gusta estar bajo el reflector, leer y el guión y ver como todo sale acorde a lo planeado; ¿Qué puede ser mas perfecto que actuar bajo la encantadora creación de un poeta? ¿Quién mejor que un triste para crear una realidad alternativa e ideal? Me puedo quedar entre las líneas de su mente, ser parte de la fantasía, volverla mi realidad, pero luego un capítulo termina y la hoja queda en blanco ¿que debo seguir ahora? ¿Debo agregar páginas al libro cerrado y llenarlas? No sé como, me acostumbré a seguir al poeta. No recuerdo en qué parte sonreir, ni en que momentos debo quedarme en silencio. Pero estoy amando, estoy amando a ese personaje creado para mi, lo estoy sintiendo muy real, destinando mi amor a lo incierto, a algo que no es mio ni de nadie mas que de la tinta de la pluma que lo inventó.
Nunca es un desperdicio amar; tampoco lo es llorar. Quizás no seas real, a lo mejor eres producto de mis horas libres que imaginan sueños, pero te amo, con toda tu ficción y con todas tus irrealidades. Con todas las promesas que inventé para tu boca y mis oídos. Ese amor no estaba guionado, ni previsto, ni obligado. Ese amor simplemente se coló entre letras, sin permiso ni papel. Se hizo aire, se hizo aroma, se hizo piel, y sonido. Tu, quizá no existas, pero creaste algo que dejó de ser nada, para convertirse en algo.
No puedo evitar entristecerme al pensar en la diferencia de nuestros mundos. Quisiera mas que nada, convertirme en ese líquido negro del que estás conformado. Quisiera perder mi forma humana, mi carne, mi sangre y mi huesos para volverme papel. Pero recuerdo que no tengo nada de eso tampoco. Vivo de mentira en mentira, de ilusión en ilusión. Quisiera no ser fantasma y volverme historia, con final predicho e inexistencia eterna al terminar la página final.
Puede ser que simplemente me esté despertando, porque si lo pienso sé que estamos a pocos capítulos de terminar la historia. Y los finales me dan miedo, y los cambios destapan mi cobardía. EL poeta pensó en no darme tu amor, porque no pudo ver las entrelineas de su trabajo. ¿Quién es capaz de explicar el amor con palabras? ¿ves acaso en medio de esas líneas la invisibilidad de lo que no se escribió? ¿o solo ves palabras de papel? Si me escuchas, si me lees no podrías saber lo que siento ahora mismo, porque en mi idioma dibujé letras de tinta invisible, y cuando otro poeta me vea, pondrá en los espacios en blanco, sus propias carencias vueltas sentir.
Ya me voy. No soy parte de esta línea. Probablemente nunca lo fui, pero tenía necesidad de vivir algo, y era demasiado cobarde como arriesgarme con la realidad. Iluso yo, que elegí el producto de una mente soñadora para no salir lastimado. ahora estoy herido,y de la peor forma. De la forma irreal.
Te dejo ahora. Se que el poeta tiene a alguien como tu pensado para el final del libro. Sé feliz, porque el vela por ti y porque pese a toda tu ficción, tuviste algo real. Alguien te amo, incluso sin tener corazón; te amó con cada espacio vacío que quedó de lo que alguna vez fue. Hizo realidad lo que no se podía hacer real, convirtió un espectro gris en un corazón palpitante, hizo que el humo de una fogata apagada se volviera una crepitante hoguera que al final terminó por volver a quemarlo. Todo fue real. Todo menos tu, escondido tras la inspiración del poeta, que no sabe como imaginarte.
Que vacío, que tristeza dejar atrás los recuerdos que no tuvimos. Como me arrepiento de no haber escrito cuando pude alzar una pluma. Ahora mi tarea es lamentar. Como buen espectro fantasmal, solo puedo arrastrar las cadenas de las cosas que no me atreví a plasmar en ningún lienzo. Acumulé libros adentro de mí, páginas y páginas llenas de palabras que no pude apuntar por falta de coraje. El peso me deja pegado al suelo. Como quisiera elevarme y ver todo desde arriba.
Lo único que puedo hacer ahora es observarte una y otra vez, verte siempre ahí, en el mismo lugar. Saber el final de la historia y aún así esperar por leerlo, para hacerme mas daño y poder cumplir mejor mi tarea de lamentar. Porque ante todo, soy un buen fantasma.
Y a todo esto, quería hablar del viento helado, del frío que ''calaba mis huesos'', y esa tonta frase te trajo de vuelta a mi... porque me recordó que a veces aún me gusta pretender que puedo sentir algo... es algo que me quedó de tu ficción...
Un personaje de cuento, que no existe, le enseña a un fantasma, que lo vivió todo, a como perderse en un sueño... vaya sentido.
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Todo lo que no hicieron por mi
Fantastik"Soy nada. No existo. No siento el viento, pero me muevo con él. Es mi nuevo cuerpo, invisible, liviano y aún lleno de memorias. El suelo, la altura, mis penas... la vida." Fantasma está preso. No puede escapar de su propio destino y está condenado...