Reflexiones Cristianas

Yo soy el pan vivo que ha bajado del Cielo

Primero aquel milagro en que Jesús multiplica los panes y los peces es como una preparación para su enseñanza del pan de vida en la sinagoga de Cafarnaúm. Ante la enseñanza de Jesús sobre el pan de vida a los judíos, de ese tiempo en los que estamos representados nosotros como los que estamos oyendo la predicación, les surgen dudas, lo que actualmente sigue sucediendo entre nosotros, porque la enseñanza de Jesús sobre la eucaristía nos pide un acto grande de fe porque nuestros sentidos ven otra cosa, un trozo de pan y un poco de vino, mis sentidos ven lo evidente y mi fe me dice la verdad. Jesús dijo: "Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, el que come de este pan vivirá para siempre y el pan que yo les voy a dar es mi carne, para que el mundo tenga vida" la palabra por si sola alimenta pero no es suficiente para darnos esa vida nueva que nos ofrece Jesús, el pan y vino eucarístico, uno de los frutos de este misterio que nos dice Jesús es "el que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él" Jesús vive dentro de ti y tu vives dentro de él, entonces nunca estamos solos porque Dios está dentro de ti, se establece una unión completa entre Jesús y nosotros gracias a la eucaristía. ¿Dónde estás buscando esa vida plena? El mundo con sus deleites por más que estén bien presentados, no alcanza a saciar el sentido profundo de la vida del hombre. Que esta carne y esta sangre que bebemos cada domingo la traduzcamos en amor al prójimo, en amor al necesitado, si esta palabra que nos dice Jesús "mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida, el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" no se hace carne en nosotros ¿qué sentido tiene la eucaristía para mí? permanecer en Cristo es permanecer en Dios, si Dios permanece con nosotros en cada comunión de nuestras vidas, deben salir cosas buenas, actos buenos, misericordia, compasión, ternura, amabilidad, solidaridad, si Cristo permanece en nosotros es él quien tiene que actuar en nuestras vidas con los demás. Ya sabemos que el pan que comieron nuestros padres en el desierto aquel maná les sirvió para alimentarse momentáneamente, pues murieron, nos dice la palabra, pero el que coma de este pan va a vivir para siempre, esto es una promesa de Jesucristo, quiere darnos la vida eterna. Te invito a la fiesta, no te olvides de ir a la iglesia, ir a tu parroquia y acercarte a este banquete eucarístico y junto con tus hermanos bautizados alabar al señor y dar gracias por todo lo que recibimos y por cada domingo venir a nuestro encuentro.