El rizado se coloco frente al espejo, terminando de acomodar el cuello de su camisa color negro azulado.
Se sentía muy nervioso y asustado. Estaba muy ansioso por ir a aquella habitacion, tocar la puerta y tener a Emma frente a el. Sus ancias aumentaban y, a la vez, le jugaban en contra.
Tomo el frasco de perfume y lo roció sobre el, al menos, unas 13 veces,..inconscientemente.
Luego de colocar el frasco en su respectivo lugar dejo salir un estornudo a causa de la cantidad del fuerte aroma que se había echado encima. Con ayuda de sus dedos peino un poco su cabello húmedo, le dio una última mirada a su atuendo y trato de encontrarse alguna imperfección en su rostro.
Dio un largo suspiro, coloco una sonrisa sobre sus labios y se dirigió hacia la puerta, de la cual salio en busca de la habitación 74.
Tomo el ascensor al primer piso, y cuando por fin llego, salio de este para comenzar a recorrer puerta por puerta con la mirada, buscando el dichoso numero.
Apenas lo vio, su corazón se aceleró y su pecho pálpito al instante. La puerta blanca -al igual que las demas- pero con el número 74 de color dorado en la parte de arriba, en el centro.
Trago duro antes de golpear la gruesa madera con su mano, esperando que alguien abriese.
Pasaron un par de minutos y Joel no recibía respuesta. Volvió a repetir su acción y se sintió extrañado al tener el mismo resultado.
Una de las mucamas venia por el lado izquierdo y Joel no perdería nada al preguntarle si sabia algo sobre la persona que ocupaba la habitación.
-disculpe,.. -llamo su atención- ¿tiene idea sobre la señorita que se queda en esta habitación?-.
-si,..ella salio hace un par de minutos, en recepción dejo en claro que volvería tarde -mencionó-.
-oh,.. -dijo cabizbajo- esta bien, gracias -le dedico una sonrisa mientras la chica se alejaba-.
Joel dio un largo suspiro y con la cabeza baja tomo el acensor y volvió a su habitación.
(....)
21:57HS.
En la tarde, el rizado habia vuelto a revisar la habitación y, aun, la chica se encontraba ausente.
Así que esta seria su ultima esperanza, su último intento. Durante todo el día había estado preocupado por poder encontrar a Emma, tenia miedo de no lograrlo y ese pensamiento lo agotaba.
Le dio tres golpes secos a la puerta y tomo aire mientras esperaba a que alguien la abriese.
Apenas la manija comenzaba a girarse, sus ojos se iluminaron automáticamente.
Sus ojos se desviaron hacia un rostro bastante bonito, tal como lo recordaba, con ojos color cafe que también brillaban viendo los de el, labios entre abiertos de un color rosa pastel, que dejaban escapar un suspiro disimulado. El rizado confirmo que era ella, la que al instante hizo palpitar su corazón y hacer temblar sus piernas.
El la miraba estupefacto al igual que ella a el, pues no podían creer estar viéndose cara a cara después de tanto tiempo. Ambos estaban sorprendidos, al menos eso se reflejaba en sus rostros.
Una sonrisa comenzó a surcar los labios de Joel, antes de decidirse a hablar.
-hola,.. -hablo casi en un susurro-.
Ella mantenía la respiración algo acelerada, pero sin notarse y un temblor azotó contra sus piernas antes de responderle.
-hola,.. Joel.
