Chocolate, pasteles y dominación, ¿Que más podría desear una chica?
Lily no había salido de su departamento en seis meses. Cuando lo hizo fue el olor de una pastelería local que le atrajo por la calle. Cada día se dirigía a Harold’s para admirar las tortas y disfrutar de su aroma, y entonces descubrió a Harry.
Harry, el dueño de la pastelería y el pastelero, es justamente el hombre dominante y autoritario que ella quiere, pero, ¿Puede Lily aprender a aceptar su naturaleza sumisa? ¿Podrá satisfacer su apetito por un sexo chispeante e ignorar sus sentimientos de culpa de buena chica, o se resistirá a la tentación lamentándolo para siempre?