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En la médula le vio por primera vez, un mielocito con las suficientes agallas como para intentar enfrentar a un enemigo aunque no estuviera del todo preparado, y aunque perdió su arma de juguete y fue prácticamente humillado con esos azotes tuvo como prioridad protegerla incluso si le costaba la vida. No se podía dudar de que cuando este creciera sería un excelente glóbulo blanco. Es cierto que no hubiera podido derrotarlo y que sin la intervención del maestro neutrófilo probablemente sus cortas vidas hubieran llegado a su fin, pero al menos le dio tiempo ese pálido niño.

Era extraño pero debido a su novatada se había olvidado por unos instantes de su salvador incluso cuando lo tuvo en frente, al darse cuenta se sintió algo tonta, pero parecía que él no le había reconocido. ¿Le habría olvidado? ¿O ella había cambiado mucho físicamente? No podía tratarse de un neutrófilo similar, es imposible, pensó la pelirroja.

Mientras cargaba el oxigeno en un carrito que había tomado un grupo de plaquetas llamaron su atención, se distrajo al punto de que en vez de usar la rampa se terminó cayendo por las escaleras. Ella terminó haciendo caer a U-1146 quien convenientemente se encontraba en esa zona.

-Nos volvemos a ver... Sekkekkyū- le dijo este tras levantarse y extenderle la mano ignorando las risas de las células que habían visto ese pequeño espectáculo.

-¡AH! ¡Hakkekkyū-san! ¡Lo siento!- dijo avergonzada mientras se tapaba el rostro temiendo que alguien fuese a tomar una fotografía, hasta que ese tonto temor fue reemplazado por uno real -¿¡Dónde está el paquete!?

-Está allá arriba, unas barras evitaron que te acompañara del todo en la caida.

Ella fue corriendo a recogerlo y revisar que el contenido no se estropeara, parece que tuvo suerte, de nuevo... El leucocito no se había movido de su lugar, hasta que ella bajó. Este se ofreció a acompañarla hasta su destino, ella aceptó, podría evitar que cayera o que una bacteria se la comiera o algo por el estilo, además podría ser una gran oportunidad para hablar.

- Hakkekkyū-san, muchas gracias por acompañarme. Y... Realmente lamento hacerlo caer...

-No te preocupes, no pasó nada. Que bueno que no le pasó nada a la caja- dijo el neutrófilo e hizo una pausa considerable -Ni a ti, por supuesto.

-Sé que esto puede sonar un poco repentino... Pero...- habló con nerviosismo

-¿Ah?

-¿Tienes algún recuerdo de cuando eras un Mielocito?

-No mucho en realidad, solamente recuerdo que teníamos que soportar a U-4989, unos cuantos regaños, enseñanzas y cosas sin importancia, pero tal vez sea mejor no recordarlo.

-¿¡Cómo que tal vez sea lo mejor!? ¿Solamente mielocitos?

-Ah, me hiciste recordar que Eosinófilo quería ser un Neutrófilo... ¿O era ser un basófilo?

-Aaa... Esta conversación no va para algún lado...- comentó la eritrocito mientras seguían andando por la vena cava inferior.

-Lo siento. En realidad no recuerdo muchas cosas al respecto... En cuanto a clases si tengo buena información, pero sé que en realidad apuntas a lo más personal. Y eso me lleva a una pregunta: ¿Por qué?

-¡Nada! Solo quiero saber más de ti, porque siempre terminamos hablando de mi día, direcciones, cosas por el estilo. Tú perfectamente puedes saber que soy yo quien se cayó y creó un efecto dominó que causó un desastre, que intenté entrar a un vaso linfático pensando que era una arteria, todo eso.

-Bueno... No tengo mucho que decir, ya sabes, patrullar, quimiotaxis, apuñalar, fagocitar... Eso es todo lo que puedo decirte...

-Debe haber algo más, digo, no puedes decirme que todo en tu vida se enfoca en matar y comer. Di algo que te guste, un pasatiempo cuando no hay ningún peligro, alguna amistad, un miedo, algo.

Hataraku Saibou - FanficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora