XXII. YONGSUN BORRACHA

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Por la noche, Solar accedió a quedar con sus amigas para despedirse antes del enclaustramiento al que la rubia acostumbraba en época de exámenes. Tomó las llaves del coche de su madre y se subió a el, ya que no tenía pensado beber. Pero a veces las cosas no salen como una tiene pensado.

—Estás muy misteriosa, Solar, así no es divertido —se quejaba Cho Rong.

—Y ustedes son unas pesadas, ¿no les bastó con el almuerzo de hoy?

—Cada vez que no contestes a una pregunta, tendrás que beber un shot —decretó Whee In con seriedad—. Tus pecados han de ser castigados.

YongSun rodó los ojos.

—¿No podemos bailar, reír y ya está? —preguntó la rubia.

—Para una vez que las tres tenemos intereses románticos —explicó Whee In—, y vas tú y arruinas la diversión, debes ser castigada.

—Estoy totalmente de acuerdo, hay que hacer justicia —sentenció Cho Rong.

—Esto es increíble… —farfulló YongSun.

A la una de la madrugada, Moon Byul todavía estudiaba en su habitación cuando sonó su móvil.

—¿Solar? —preguntó suavemente.

—No, soy Cho Rong —contestó una voz femenina al otro lado de la línea—, Solar está conmigo, pero creo que no está en condiciones de conducir ahora mismo, ¿puedes venir a buscarla, por favor?

Moon Byul tomó un taxi para acudir al lugar que Cho Rong le dijo. Allí ayudó a YongSun a entrar en el coche de su madre. Tal como su amiga le había dicho antes, no estaba precisamente para conducir.

—Gracias por venir —dijo Whee In.

—Tranquilas, no pasa nada, nos vemos el lunes por el campus.

—Sí, hasta el lunes —se despidió Whee In agitando la mano.

Byul encendió el motor y puso rumbo a su casa. Cuando YongSun se removió un poco en su asiento, Byul la miró.

—No vayas a vomitar aquí, ¿eh? —le dijo— ¿No se habían terminado las fiestas hasta después de exámenes?

—Ha sido culpa… de Whee In… ella me lio, siempre me lía —YongSun hipó— joder…

Moon Byul se rio.

—Te pareces a Alycia… siempre estás pendiente de mí… me cuidas… —relataba YongSun en voz alta, sin ser consciente de que Moon Byul la estaba escuchando.

—Supongo que Alycia es tu personaje favorito de esa novela tuya.

—Sí que… lo es… —admitió con una sonrisa bobalicona en el rostro que Byul pudo ver en su reflejo sobre la ventanilla. Sonrió.

Eran casi las dos de la mañana cuando Byul y YongSun entraron en casa de los Moon. Byul-Yi le pidió que no hiciera ruido, pero no pudo evitar que despertase a Skaikru. La perra empezó a agitar su cola al verlas, y la peligris tuvo que dedicarle unos minutos de atención para calmarla y que no ladrase. Cuando consiguió que volviera a su camita, volvió a centrarse en YongSun, que se había dejado caer en el sofá.

—Venga, arriba, no vas a dormir aquí —dijo Byul mientras la sostenía de la cintura y se pasaba su brazo por el cuello para ayudarla a caminar. YongSun se reía por lo bajo.

Una vez arriba, Byul la metió en su habitación y la soltó, rezando para que se sostuviera por sí misma. La rubia la miró y dio un paso torpe para ponerse delante de ella.

—Gracias por traerme… Heda —YongSun se inclinó ante la peligris para hacerle una reverencia— Me arrodillo… ante ti… oh Heda —balbuceó entre risas.

BAJO EL MISMO TECHO [MOONSUN ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora