Me inspiras

Primer baile

Inhale una gran cantidad de oxigeno matutino arrullado por el frió residual de la noche refrescando  todo desde el inicio de mis fosas nasales hasta llegar a recorrer cada centímetro de mis  pulmones.   Se veía proclamar la aurora su llegada  entre las montañas  cuyos rayos ocupaban su  lugar en el nuevo día. La música invadía su mente y el viento le daba su acostumbrado abrazo de buenos días,  los arboles danzaban al  compás del viento sacudiendo de sus cuerpos el rocío residual de una noche de desvelo junto a la luna, su fiel compañera.

El ruido de los vehículos se disipaba por los oídos de los seres que iniciaban su rutina matutina, seres gobernados por sueños que muy probablemente jamas se verían realizados. En todo ese caos maravilloso me encontraba yo esperando el bus que me conduciría a mi destino aunque mi corazón nunca marcaba un horizonte al cual seguir.

La esencia de las personas esta tan  arraigada a llevar siempre una vida estable y conformarse con tener algo que hacer que se dejan caer por la monotonía interna. Olvidando el poder que cada persona  lleva dentro de cambiar la forma de vivir  el día con solo un pensamiento diferente, una actitud diferente, se van como piedras en un río arrastradas por el caudal o en el peor de los casos se internan en el vacío de sus vidas y lo vuelven su zona de confort que aterrador puede volverse el destino de algunas personas. ¿no lo crees?

El aire proveniente de la ventana me acariciaba las mejillas, mi cuerpo se encontraba  en aquel transporte pero mi mente jamas le pertenecería, mi corazón se hallaba en aquel ascenso de la neblina al cielo que se podía percibir en el horizonte ,  estoy sin ataduras porque mi mente libre está.

¡Buen día!- pronuncie cuando llegue a mi lugar de trabajo.

¡Buenos días! - dijeron en armoniza mis compañeras de trabajo.

Continua...