Luna de miel. III

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~Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno. Pero una mentira a medias de ningún modo es una media verdad.~ Jean Cocteau.

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¬¡Suéltame, no me toques!, quita tus manos de mi... 

 ¬¿No te gusta?, pero si eso que tienes ahí ¬dice señalando mi panza.¬ eso, no se hizo solo guapa... 

 ¬Concéntrate en la carretera, bienes manejando, nos vas a hacer daño, ¡por favor!. ¬ Estaba muy asustada suplicando... 

 ¬¿Daño?. Daño es lo que nos vas a hacer a ambos si permites que esa cosa nazca. 

 ¬¡Josh, por favor!. ¬ Le decía entre sollozos, pero el estaba como poseído, no me escuchaba. El auto iba a toda velocidad. 

 ¬Josh... para por favor te lo suplico. 

 ¬ Vas a suplicar más perra, ¿prefieres a un bastardo antes que a mi?. Podemos divertirnos, solo saca eso de tu panza. ¬Gritaba sin mirar el camino. 

 ¬¡Josh conduce más despacio, mira hacía la carretera!. 

 ¬¿Tienes miedo eh?. Deberías tenerlo, si no sacas eso de ahí, lo haré yo. ¬Gritaba señalando mi panza. 

¬¡Me estás asustando, déjame bajar!. 

 (Escuche una voz en la parte trasera del auto, cuando me gire a ver quien era, mi corazón se paralizó.) 

 ¬¡Mami-mami!... ¡Ayudame!, tengo miedo. ¬ ¿Es Emmet? 

 (Quise girar y agarrar el volante, pero ya era demasiado tarde, nos habíamos salido del carril, mi bebé lloraba y yo no podía moverme)....

¬!!EMETT¡¡¬ Me desperté gritando. Scott entró a la habitación corriendo.

¬¿Que pasa?. Todo esta bien hermosa. ¬Trato de tranquilizarme, se acomodo junto conmigo en las sábanas.

¬Y-yo lo s-siento. Fue solo una pesadilla. ¬Le respondí entre sollozos. Mi mente aún seguía recordando el sueño, ese que tantas veces me ha perseguido desde el día que nació Emmet. No tiene sentido, lo sé. Pero sigo con la angustia después de despertar de cada sueño.

¬Debió de ser muy mala, estas temblando, y estas pálida. ¿Quieres que te lleve al médico?. ¬ Se que Scott está preocupado, casi siempre lo despierto con mis pesadillas, pero desde hace 2 meses no me habían pasado.

¬No, no te preocupes estoy bien. ¬ Le conteste mientras me acurrucaba entre sus brazos.

¬ ¿Quién es Emett?. ¬ Aún me siento aturdida por el sueño, no sé si escuche bien.

¬¿Quién?.

¬Emett, gritaste ese nombre antes de despertar de un brinco. ¬¿Lo dije?. No lo recuerdo, pero en este momento no me siento bien, como para hablar de ello.

¬ No lo sé. ¬Respondo tajante.

¬Bien, cuando quieras decirme yo estaré para escucharte cielo.

¬Gracias. ¬ Le conteste, conforme iba cayendo dormida nuevamente.

NARRA SCOTT:

¬EMETT¬ Escucho gritar angustiada a Andrea y salgo corriendo hacía donde está.

¬¿Que pasa?. Todo esta bien hermosa. ¬Trato de tranquilizarla y me acomodo con ella en la cama.

Dos Hombres, Una Elección.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora