Mateo iba caminando rumbo al salón de Ariana con su teléfono en mano, tenía que comparar la forma de escribir de Benjamín con la del acosador de Ari.
La puerta del salón estaba abierta indicando que no había clase en curso, pero al asomarse por la puerta, Mateo no vio a Ariana por ningún lado pero si a Karen, así que decidió acercarse a ella para saber dónde estaba su novia.
—Oye Kari, ¿Sabes dónde está Ari? —Mateo se paró junto a la silla de Karen sin que está lo notará.
—Vaya susto Mati, y tu novia está en la biblioteca con Sam buscando los adornos para el baile de noche de brujas —respondió Karen.
—Necesito verla, ¿Recuerdas lo que me dijiste de las letras de la carta y la foto? Tengo una sospecha sobre un tipo y necesito comparar las manera de escribir.
—Oh, creo que ya las tiró, ya sabes, malos recuerdos. —Karen actuaba muy tranquila respecto al tema.
—Sólo necesito una carta, para darme cuenta si es este tipo o no.
—Yo tengo una creo, la iba a tirar pero me la quedé para ver si había alguna inicial. —Karen comenzó a buscar en su mochila —. Aquí está.
La chica saco un papel arrugado y lo desdobló para poder verlo bien, mientras tanto, Mateo tomó su teléfono y buscó la foto que le había tomado a la libreta de Benjamín.
—Pues la verdad no se parecen, quizás un poco en las 's' pero en general no se parecen. —Karen observaba la foto en el teléfono de Mateo.
—Maldición, pensé que ya tenía a un sospechoso pero me quedo en las mismas.
—Mateo miraba la foto y se decepcionaba.—Lo siento Mati, pero ya hallaremos quien es el que está molestando a Ari.
—¿No sabes si la ha amenazado? A mí me enviaron una carta diciendo que habrá consecuencias si no la dejo.
—Hasta ahora no, de hecho a ella le dice que la salvará y que la arrancará de tus garras.
—Cree que si nos separa ella le hará caso.
—Sí, no sé qué le pase por la cabeza a alguien así.
Mateo se quedó pensando mientras veía la fotografía en su teléfono y le daba vueltas y más vueltas al asunto.
. . .
—Debiste guardar al menos una carta para mostrársela a la psicóloga. —Sam dibujaba en un papel unas figuras de calaveras mientras hablaba con Ariana.
—Sí, no lo pensé, pero es que estaba muy molesta.
—La verdad no pensé que pudiera haber alguien tan raro en esta escuela.
—Pues ya ves que sí, al menos Keyla no me ha molestado en estos días. —Ariana buscaba entre las cajas adornos que aún sirvieran.
—No puede, tiene varicela y no ha venido a la escuela en días.
—Que feo, me cae mal pero no le deseaba una enfermedad ni nada por el estilo. —Ariana miraba los adornos y recordaba el baile del año pasado.
De repente apareció en la biblioteca Benjamín, el cuál se dirigió hacia los libreros que estaban cerca de las chicas.
—Hola Ari. —Saludó lo más natural posible.
Ariana ignoró su saludo y continuó con su labor en las cajas haciendo que Benjamín solo agachara la cabeza y se fuera con un libro de álgebra.
—No te cae bien ¿Verdad? —Sam, que lo había visto todo tenía interés en el comportamiento de su amiga.
—No, es muy impertinente y ya una vez quiso opinar de algo que no tenía que ver con él.
—Debió ser algo muy grave para que lo trates así. —Sam volteó a ver al chico que se sentaba a lo lejos.
—No sé cómo Mateo puede llevarse con alguien como él. —Ariana seguía sin separar su atención de la caja de adornos.
Samanta no dejaba de ver a Benjamín y entonces, captó como el chico volteaba a ver a Ariana cada cierto tiempo y en ocasiones lo hacía fijamente, la observaba mucho para ser involuntario.
—¿Es amigo de Mateo? —Samanta no perdía de vista a Benjamín.
—Sí, es nuevo en la escuela y se lleva bien con Mati y sus amigos.
—Ya veo, oye voy un momento al baño, no tardo. —Sam se levantó casi al mismo tiempo que Benjamín y se dirigió al baño.
. . .
La psicóloga de la escuela había llegado por fin a la escuela y como si la estuviesen espiando, Ariana y Mati se dirigieron a su oficina en la primer oportunidad. La mujer era joven y muy atenta, al ver a ambos en la puerta de su oficina los hizo pasar sin dudarlo.
—Buenas tardes jóvenes, ¿Qué se les ofrece? —La mujer de unos 30 años se acomodó en su silla y con una sonrisa invito a pasar a la joven pareja.
—Venimos a contarle algo, sabemos que usted es quien se encarga de estos asuntos. —Mateo comenzó la conversación.
—¿De qué se trata?
—Sucede que desde que iniciamos las clases, a mi me llegaban cartas de un admirador, al principio lo tome como algo sin importancia pero ya subió de nivel, ahora me acosan —explicó Ariana rápidamente.
—Oh, si es eso, entonces si me concierne a mí, necesito que me digan todo lo que ha pasado. —La psicóloga abrió su libreta y tomó un lapicero para anotar lo que tenían que decir los chicos.
Ariana comenzó a contar todo lo ocurrido durante estas semanas y como había escalado su problema hasta el punto de sentirse perseguida.
—Bueno muchachos esto es algo serio, la escuela no puede permitir que esto pase entre sus alumnos así que tomaremos cartas en el asunto. —La mujer inspiraba confianza y eso calmaba a los jóvenes.
—¿Qué hará? —preguntó Mateo.
—Hablaré con los maestros y revisaran libretas y libros de forma discreta, no quiero que comenten esto con nadie, no queremos que dejen de llegar las cartas. —La sonrisa de la mujer se mantenía en todo momento.
—Entendido, pero ¿Qué harán con él cuando lo encuentren? —preguntó Ariana.
—Me temo que esto amerita una suspensión o si ocurre algo más drástico, hasta la expulsión.
Ariana y Mateo se miraron el uno al otro para después levantarse y salir de la oficina de la psicóloga.
—Gracias por ayudarnos —dijo Ariana mientras se levantaba de su silla.
Ambos venían caminando por los pasillos de la dirección sin decir una sola palabra hasta que Mateo decidió romper el silencio.
—Hoy fui a tu salón, sospechaba que Benjamín, mi compañero era el acosador y tomé una foto de sus apuntes, pero resulta que su letra y la del acosador son distintas. —Mateo no volteaba a ver a Ariana.
—El tipo es raro pero no lo veo como un acosador, y por cierto, ¿Con qué comparaste la foto?
—Karen se quedó una de las cartas, pero fue inútil, sigo donde mismo.
—Va a ser difícil dar con ese idiota, o esa idiota.
—Que raro si te acosara otra chica ¿No?
—Amor, esto es muy estresante, no sé qué podemos hacer para solucionar todo esto.
—Puede que yo tenga una idea, he estado pensando en ella por un rato.
—Dime, cualquier cosa será buena idea.
Mateo se detuvo haciendo que Ariana también de quedara parada y volteara a verlo, entonces Mateo respiró hondo y con una cara de decisión comenzó a hablar.
—El tipo es un loco, comenzó a amenazarme y no tenemos ni una pista de quién sea.
—Dime algo que no sepa. —Ariana sonrió sin ánimos.
—Creo que...deberíamos terminar —dijo Mateo en voz baja.
El rostro de Ariana se paralizó en un gesto de sorpresa...acaso Mateo...¿Se estaba rindiendo?
Continuará
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A+B=LOVE [Vol.2]
Teen FictionAriana y Mateo han aceptado lo que sienten el uno por el otro, pero ahora el problema es saber expresarlo, teniendo que superar diferentes situaciones y personas para poder llegar a estar juntos. **Portada** elehha [Finalizada]