Nunca pensé que podía acabarse la ilusión,
que el dolor y la pena se impregnarían en un mismo corazón.
Cómo discutir cuando la vida te niega la razón y como un niño pequeño te engaña solo por amor.
Si tuviera rodillas fuertes dejaría de temblar para defender lo que nadie dijo.
Si tuviera una garganta caliente dejaría de callar para gritar lo que todo el mundo supo.
Pero en ausencia de todo aquello tengo mi arma más potente escondida en el mejor lugar
pues mis manos recogen palabras que otros no pudieron pronunciar.
La palabra única libertad,
¡llorad de pena Ladrones de la verdad!
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Destroz.Arte
PoetryEs mi templo, mi lugar sagrado donde escribir lo que realmente soy cuando se me olvida.