Jersey de la suerte

Doble D caminaba por el pasillo de la escuela hacia su casillero, acaba de tener una sesión de estudios con Ed y Eddy, en la casa del segundo mientras su novio tenia practica con el equipo de futbol americano. A veces todavía se sentía algo surrealista decir que estaba saliendo con Kevin, el ex matón del otro lado del callejón sin salido. Aun no cambiaba un poco el ser matón con algunos, pero, sin embargo, él estaba feliz con el pelirrojo y no lo cambiaría por nada.

. - ¡Hola!, ¡Doble D! . -Una voz familiar le llamo a sus espaldas justo cuando abría la puerta de su taquilla para intercambiar algunos libros.

Se giró para encontrarse con el adolescente de pelo verde azulado que rápidamente y con habilidad esquivaba el entrar y salir de la multitud para aparecer frente a él. - Saludos Nathan. - Correspondió el saludo dado con una sonrisa.

Nat suspiro. - Es Nat, pero no importa. - Al final negó con la cabeza. - Oye, vienes al juego de esta noche, ¿verdad? -

. - Por supuesto. - Respondió con claro entusiasmo en su voz. - Son los campeonatos. -

. - Suena estupendo-. Sonrió el enérgico hombre.

. - ¿No deberías estar en la práctica también? . - Cuestiono Doble D inclinando un poco la cabeza.

. - Sí, estoy llegando allí en un momento. - Nat hablo como si no fuera llegar a tarde. - Me preguntaba si no querías algo para mantener a Kev motivado durante el partido. -

. - ¿Algo como qué? . - A Doble D le pareció curiosa la pregunta que se había hecho el otro.

Él asintió con una amplia sonrisa. - ¿Por qué no usas su camiseta de repuesto para el juego? -

. - No tengo su -

. -Tengo eso ya cubierto. - Y una camiseta grande, blanca y naranja fue estampada en sus manos.

. - ¿Cómo la conseguiste? -

. - No te preocupes por eso. - Y Nat sacudió una de sus manos restándole importancia. - Solo sé que significaría mucho para él si la usaras esta noche. -

Doble D miro hacia la camiseta que sostenía entre sus manos. Sonrió un poco pensándolo antes de asentir, y mirar con dirección a Nat.

. - Genial. ¡Entonces nos vemos en la noche! . - Se despidió con la mano mientras corría.

. - ¡Date prisa Doble D! . - Le llamo Eddy desde el pasillo apurándolo un poco. - ¡Vámonos ya! -

Doble D cerro su casillero y se dirigió hacia él y Ed, quien estaba saludando a su amigo con la gorra detrás de Eddy.

. - ¿Qué pasa con esa sonrisa? . - Pregunto Eddy mientras salían de la escuela al callejón sin salida.

. - ¿Qué quieres decir, Eddy? . - Fue lo único que pudo salir como respuesta de los labios de Doble D.

Eddy solo puso sus ojos en blanco. - No importa, vámonos de una vez que me muero de hambre. - Doble sonrió suavemente mientras caminaba con sus dos amigos hacia la casa de Eddy de nuevo.

Ahora era de noche y Doble D estaba sentado en las gradas del estadio de futbol de Peach Creek High. Ed estaba sentado a su lado y Eddy estaba desplomado sobre el otro. Eddy odiaba asistir a esos juegos, la única razón y según esta valía la pena asistir por las porristas. Y porque el cabeza de calcetín le había preguntado si podía asistir.

Doble D se había unido y era considerado parte de la multitud desde que había empezado a salir con el mariscal de campo, eso también le trajo en la mayoría nuevos amigos pertenecientes al equipo y algunas porristas, pero eso era cortesía de Nazz. Estaban todos en el campo y el pelinegro no se sentía cómodo sentado solo en las gradas. Ed solía acompañarlo alegremente ya que podía conseguir hot-dogs y algodón de azúcar en algún puesto de bocadillos del lugar y Eddy llegaba ocasionalmente, pero era raro.