Siempre he creído que nada interesante le pasa a la gente ordinaria, nuestro destino esta escrito. Nacer, crecer, reproducirse y morir, el ciclo de la vida de cualquiera. Jamás me intereso alguien en temas románticos, tampoco es que viviera mucho para esto.
Mi nombre es Alistair Jacobi, 19 años, hijo único de un empresario adicto al trabajo, mi vida era normal, no había amigos, pero estaba bien con ello tenia mis lápices y múltiples cuadernos de dibujo que me hacían matar el tiempo y expresar mis emociones, la ira, la tristeza e incluso la felicidad, todo era expresado a través de una hoja de papel. Mi madre murió a mi temprana edad, una víctima más del cáncer, mi padre cayó en una profunda depresión que combatió con el trabajo, esto significo que fuera criado por mi abuela ya que él no tenía tiempo para mí, pero esto ya no seguirá siendo posible, mi abuela acaba de fallecer debido a su edad, estoy completamente solo otra vez.
El velorio fue corto, su entierro aún más, sentí que el tiempo paso tan lento mientras la tierra caía sobre su ataúd, tantos recuerdos venían a mi mente y no pude evitar que las lágrimas brotaran de mis ojos otra vez. Quería retroceder el tiempo, pero era algo imposible solo me quedaba avanzar. En todo el proceso mi padre ni siquiera se detuvo a preguntarse cómo me encontraba, era como si para el yo ya no existiera. Había pasado una semana desde el entierro donde aún llegaba gente a darnos el pésame, venia gente importante por parte de la empresa, algunos familiares que en mi vida había visto o algunos empleados de la empresa donde mi abuela había sido jefa hasta que mi padre tomo su cargo para así ella poder cuidar de mí, la mayor parte del tiempo en que estas personas visitaban mi casa yo me la pasaba en mi habitación después de todo ¿para qué quería ver a un montón de gente decir miles de palabras sin sentimientos sobre lo buena que fue mi abuela? Solo eran un montón de hipócritas y su presencia me molestaba, pero pronto seria libre, solo era cuestión de meses para que me mandaran al extranjero a continuar mis estudios, estaba en contra de estudiar algo relacionado a la administración de empresas, pero por lo menos estaría lejos de casa, lejos de los recuerdos que ahora mismo me dañaban cada vez más recordándome la soledad en la que me encontraba.
Ese día no fue diferente, más personas llegaban a mi casa a darnos el pésame y a hablar lo mucho que extrañarían a mi abuela, pero yo simplemente ya estaba harto de todo y de sus palabras vacías. Tome mi mochila y la equipe con mis lápices, cuadernos, pinturas y uno que otro pincel que seleccione al azar, tome mi celular, audífonos, mi billetera, una sudadera y baje por las escaleras hasta el primer piso de manera silenciosa para que nadie notara mi presencia. Salí por la puerta trasera hacia mi patio y de ahí camine hasta la calle, no tenía idea de hacia dónde me dirigía, pero estaba seguro que sería lo más lejos de casa. Llegue hasta la ciudad, observe las tiendas, estuve por los parques, algunas plazas y solo me detenía para tumbarme un rato y descansar las piernas después de caminar, camine sin rumbo mucho tiempo hasta que encontré un lugar perfecto alejado del ruido y de la gente, una plaza ubicada en quién sabe dónde pero que ahora me venía perfecta, me senté a dibujar mientras dejaba pasar el tiempo, estaba tan sumergido en mis pensamientos y dibujos que no note cuando el sol dejo de dominar el cielo para dar paso a la oscuridad de la noche, mire a mi alrededor estaba completamente solo, ni una sola alma en pena se asomaba y el viento no corría. Me levante de donde estaba y me disponía en volver a casa, sé que nadie estaría preocupado por mí, pero ¿A dónde más podía ir? No quería enfrentarme a las consecuencias de quedarme en este lugar toda la noche.
Camine por lo que yo creí eran horas completamente perdido, no recordaba el camino a casa ni como había llegado hasta esa plaza deshabitada, estaba cansado tenía hambre y mi teléfono estaba sin batería, no me arriesgue en seguir caminando por las calles vacías y me metí al primer local abierto que encontré. Era una especie de bar donde en las mesas se podían ver a personas sumidas en su borrachera recostadas sobre estas mismas, el olor a alcohol, humo y desesperación impregnaban el lugar pero yo solamente necesitaba descansar, tome la primera mesa vacía que encontré y pedí algo para comer no traía mucho dinero pero de algo me servía, lo que pedí no tardó en llegar, el platillo de papas fritas no era muy grande pero al menos saciaría mi hambre hasta que llagara a mi casa, pedí prestado un enchufe y deje cargando mi teléfono. Descansaba mientras comía cuando las luces del local se apagaron y solo una se encendió sobre lo que parecía un "escenario" de la muerte donde se encontraba un chico de cabello rubio con una guitarra y a su lado otro chico de cabello oscuro sentado sobre lo que parecía un cajón de frutas, no se presentaron y simplemente comenzaron a tocar una canción que para mi gusto era pésima pero al menos el tocarla y cantarla se les daba bien mas no era de mi estilo musical, el escenario y las luces sobre ellos daban una vista increíble pese a que el escenario era una mierda que se caía a pedazos, trace un dibujo con un lápiz a tinta de ellos en una de las servilletas, pague la cuenta y me retire con la mitad de la batería de mi celular cargada.
ESTÁS LEYENDO
VIDAS ALTERNAS
Fanfiction¿Qué hubiera pasado si nuestras vidas fueran diferentes? Fic creado en base al capitulo 8 del comic Nine Stones