«Especial 200 lecturas»

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Era de noche, la lluvia caía, Trollino y yo nos habíamos quedado hasta tarde viendo una película acompañándola con nuestras risas y comentarios graciosos aun siendo una película de terror.

La lluvia había atraído una fuerte ventisca fresca lo que causo en la casa de Trolli un ambiente bastante frío. Yo me encontraba en el sofá de la sala, mientras que Trollino estaba sentado sobre la alfombra de los pies del mueble.

Oí una carcajada proveniente de él que me causo bajar la cabeza dejando de lado la película y prestar mi atención a mi compañero quien se encontraba viéndome con sus penetrantes iris celestes que derriten hasta el corazón mas frío.

Mike: Y tú ¿dé qué te ríes?( respondí divertido ante su mirada)

Trollino: Tienes frío, ¿verdad?( preguntó a la vez que volvía a clavar su mirada en el televisor) Estás temblando desde hace un buen tiempo, mascotita.

Mike: ¿Qué? (fue lo único que musite, al parecer estar entretenido en la película me había hecho olvidar que temblaba por lo que me quede callado)

Trollino: Traeré una frazada (vi verlo levantarse de su asiento y subir las escaleras)

No le di tanta importancia a eso y decidí prestar mejor atención a la película de la cual ya había perdido minutos valiosos del tiempo de duración. En lo que prestaba atención sentí como unas manos me cubren el cuerpo con una frazada bastante calentita, mientras saltaba de la parte de atrás del sofá para caer sentado a un lado mio, estaba Trolli quien trataba de taparse con la frazada para evitar el frío. No lo logró.

Mike: Trolli, la frazada no nos cubre a ambos ve a buscar otra para ti.

Trollino: Tengo una idea mejor (dijo tranquilamente para tomar mi frazada, dejandome con mi cuerpo descubierto, y cubrirse su cuerpo).Ven, sientate.

No entendía bien a que se refería hasta ver que el daba varias palmadas en una de sus piernas, mi cara ardió al instante y me negué.

Trollino: Vamos hombre, yo no muerdo. No creo que te guste morir de frío ¿ó me equívoco?

Solté un suspiro y aun sonrojado me senté sobre sus piernas donde el enseguida me abrazo para que no me escapara, solté una carcajada por aquel acto. Mi cuerpo comenzó a volver a su temperatura normal por lo que deje caer mi cabeza en el cuello de Trolli, él solo se limito a darme un casto beso en mi frente para acurrucarse mejor y ver ambos, abrazados el uno al otro, la película como lo que eramos... una pareja.

Me sentía feliz, tranquilo y sin ningún problema que aparecía por mi mente arruinando nuestra tranquilidad. Pero al parecer la luz si tenia planes, en el momento en que yo iba a pronunciar una palabra, hubo un apagón.

Trollino:(él simplemente soltó un suspiro y colocando su cabeza sobre mi hombro, me susurro) Mike...

Mike: ¿Si? (pronuncié a duras penas mientras sentía como mi piel se ponía de gallino al sentir el aliento cálido de él sobre mi oreja.)

Trollino: Levantate, tengo que ir a buscar velas para iluminar la casa (yo me levante a la vez que, él, dejaba la sabana sobre mi y se estiraba un poco). Y tranquilo no pienso hacerte nada... por ahora.

Mike: ¿¡Eh?! Solo ve a buscar velas para iluminar la casa, Heidi (solté carcajadas al oír el silencio suyo, por que ver, no podía.)

Trollino: ¿Sabes? Estoy pensando que darte tanto chocolate te hace mal (yo solo chillé asustado, nadie podría quitarme mi chocolate. Oí reirlo.)

Con el tiempo seguido me quedé en silencio oyendo cada paso y ruido que producía Trollino. La casa fue iluminándose, poco a poco, por las velas dejando el ambiente bastante tranquilo, música comenzó a sonar y mi atención fue directa al lugar de donde provenía música viendo a Trollino sonreír y hacerme una seña para que me acercará.

El Hilo Rojo que nos Unió[Mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora