MAKTUB CACHÉ

¿Y ahora?

Tiempo: pasado
Narrador omnisciente

Era la madrugada y una llamada entrante interrumpió el sueño en el que Poché se encontraba, mientras intentaba ubicarse espacialmente se sentó y comenzó luchar con sus pesados párpados, aún no entendía de donde provenía aquél sonido que en su opinión era tan estridente como tener un niño gritando en su oído, poco tiempo después observó su móvil en la mesa de noche con la pantalla encendida, lo tomó y observó su nombre en la pantalla, con el corazón palpitando a mil por hora contesto pidiendo al cielo que no fuera una mala noticia.
-¿Hola?
-Hola Poché
-Calle ¿Todo está bien, estás bien?
- Ehhh sí ¿por?
- ¿Cómo que por qué, ya viste la hora?
- Sí, aggg lo siento, en serio disculpame Poché, solo que voy a viajar todo el fin de semana y quería saber de ti antes de irme, sé que no son horas y que hace mucho no hablamos, pero necesitaba hablar contigo...
- Daniela, no pasa nada, solo me asusté, no es normal este tipo de llamadas tuyas
- Primero, no me digas Daniela, eso suena muy... Seco. Segundo, necesito que sepas algo, por eso te llamé.
- Está bien, dime
- Poché, tenme paciencia, esto es muy difícil de decir
- Me estás preocupando
-No, no es nada malo... O eso supongo.
Ay Poché, esto es muy difícil, solo quiero que me escuches...
-Tranquila, te escucho
-Poché, me enamoré... Y creo que fue amor a primera vista y cada vez que nos veíamos confirmaba mi gusto- Poché tenía un nudo en su garganta, sentía que estaba en una pesadilla, la chica de la cual se había enamorado le estaba confesando su amor por otra persona, quiso callarla, quiso detener todo eso, pero recordó que primero fueron amigas y que si Calle le estaba contando eso era porque así lo necesitaba y ella no le daría la espalda aunque se sintiera de la peor manera así que decidió callar y seguir escuchando a su amiga -cuando cruzamos palabras por primera vez todo en mí se estremeció, su voz es mágica, los primeros días hubo cierta tensión, nuestras miradas de cruzaban y sentía que me faltaba el aire, quise acercarme más y me hice su amiga, nos contabamos todo y al cabo de un tiempo nuestro lazo se fortaleció pero aquel amor que sentía no pudo ser revelado, temía a que no me correspondiera, temía a mis padres, temía a la reacción de mis amigos, temía no ser suficiente... Y un día sin planearlo, nos besamos... Fue algo inexplicable, sentí que volaba, nuestros labios encajaron perfectamente y sentía que había encontrado el lugar al cual pertenecía
- ¡PARA! Por favor para ya, no puedo Calle, lo siento...
- Te pedí que me escucharas hasta el final
- No soy capaz ¿como te atreves a decirme todo eso? Solo llamaste para restregarme a tu enamorado
- ¿No entiendes Poché? Comprende que eres tú, que eres tú de quién estoy enamorada desde hace mucho...
-¿Qué?
- Sí, María José, estoy enamorada de ti, pero tengo pavor a muchas cosas... Sin embargo estas semanas sin ti han sido las más difíciles, te extraño y no quiero estar sin ti
- No te creo, estas jugando conmigo, no te entiendo...
- Poché, desde que te vi por primera vez causaste algo en mí que nunca nadie había causado, pero tenía miedo de aceptarlo, de decírtelo, de intentarlo...
-¿Por qué solo hasta ahora me dices esto? la verdad no entiendo nada...
- Porque tengo miedo... siempre has sido muy importante para mi, desde el primer momento en que te vi supe que serías especial...- mientras intentaba comprender sus palabras escuché a su padre llamarla y decirle que se apresurara, mientras solo escuchaba la respiración agitada de Calle -Tengo que irme, pero antes ten presente que no he dejado de pensar en ti ni un segundo, no te quiero perder y aunque he actuado como una completa cobarde quiero que sepas que aquí estoy para ti, no me volveré a ir, lo prometo. por favor perdoname por apartarte.

Y eso fue todo, así sin más, solo colgó y no logré decir nada ¿Será que aún estoy soñando? Ese era el pensamiento que rondaba una y otra vez mi cabeza. ya había pasado media hora, sin embargo no lograba entender a qué había venido todo esta repentina confesión por parte de Daniela, si era cierto ¿Por qué no lo dijo cuando yo me le confesé, por qué espero tanto tiempo para hacerlo, por qué se alejó sin darme una explicación? todas estas preguntas me tenían a punto de enloquecer, pero la que más intranquila me tenía era ¿que pasará de ahora en adelante con nosotras? al no encontrarle una posible respuesta objetiva y después de darle varias vueltas al asunto, decidí que era hora de volver a dormir, mañana -mejor dicho hoy- tendría un día bastante agitado y lo último que quería era pasarlo completamente dormida y con ojeras de oso panda. 

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Al ser sábado mi día estaba siendo estupendo, Kathe y yo habíamos decidido pasar el día haciendo diferentes actividades, primero habíamos desayunado en mi casa, por supuesto mi madre no nos permitió salir sin antes probar un bocado. y sin saber el por qué me llevó a un supermecado en el cual hicimos una remesa gigante como si fuera a alimentar a un batallón, bromeamos bastante con aquél tema y le dije qué si su plan era que la acompañara a cumplir con todas sus obligaciones mejor me hubiese avisado para traerle un par de zapatos que tenía por lavar para que lo hiciese ella. Aún así no logré sacarle información alguna de hacía donde nos dirigíamos con las compras. lo único que conseguí de su parte fue una mirada profunda y un...

-Ten paciencia pequeña, sé que te encantará.