Revelación en Midgard

04. Una nueva vida

~ * ~ 04. Una nueva vida ~ * ~  

Casi una semana después, el dios de las mentiras abrió los ojos, aterrado y fuera de lugar, teniendo que ser sedado para poder explicarle lo que había sucedido, sin embargo, su pequeño hijo era el único que había podido quedarse a su lado sin alterarlo, algo que el menor estaba disfrutando ya que le había extrañado mucho.

Amora era el medio de comunicación con los ocupantes de la habitación y el mundo exterior, explicando que el estar consciente de su muerte había afectado al de ojos verdes de forma arrolladora, haciéndolo temeroso y vulnerable, especialmente con Thor, a quien no podía ver directamente.

Era un trabajo que llevaría tiempo y requería mucha paciencia para resguardar la salud del azabache, quien lentamente fue integrándose en las actividades de la torre, ignorando estoicamente a los vengadores, abriéndose lentamente con ellos. Pidiendo saber que había pasado, jadeando feliz al ver a su niño participar y tener una estrecha relación con cada uno, incluyendo a su padre, el cual distribuía su tiempo para su reino y su hijo.

- Gracias Amora –declaro al verla tras algunos días- Tuviste razón en traerlo aquí...

- No ha sido nada, necesitaba protección y cariño... y este fue el mejor lugar...

- Lo sé... mmmm ¿vieron todas las cintas y fotos? –indagó sintiéndose expuesto, había notado la caja finamente cuidada en la sala de exhibición.

- Si, debían verlo, no fue tu culpa caer en las manos de Thanos, tampoco lo que este te hizo hacer.... –musito segura, tocando su mejilla- No bajes la mirada, eres un sobreviviente Loki... actúa como tal.

- Gracias...

- Y habla con Thor... necesitan hablar... -sonrió entrando para jugar con el cumpleañero, dejando al dios en el balcón junto a sus pensamientos.

El jotun jadeo, había una paz tranquilizadora ahí, en medio de la noche rodeado de las luces de la ciudad y las luces del firmamento, era algo único, algo que siempre quiso con su madre Frigga y con su hijo cuando este nació. Habían pasado tantas cosas, tanto había tenido en los hombros que ahora no sabía qué hacer, ahí nadie lo juzgaba o le era indiferente, cada uno le consideraba un igual, algo que dudaba pudiera pasar en Asgar aunque obviamente sabían de su sacrificio.

No era que odiara a los dioses, simplemente era algo que traía demasiado arraigado ante la indiferencia de Thor y sus amigos, pero de ahí había obtenido lo mejor de su vida, su hijo Fenrir.

Cerro los ojos ante la brisa, jadeando mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas, Stephen tenía razón, era hora de continuar y dejar todo. Quedarse ahí era una idea tentadora. Un abrazo conciliador le sorprendió, sintiendo el musculoso cuerpo de Thor atrayéndolo.

- ¿Estas bien? –susurro, haciéndolo girar un poco para apretar el abrazo, acariciando sus cabellos con dulzura, algo que no evito el menor.

- Creo... que si –murmuró, escondiéndose en aquel pecho, liberando todo sin decir nada en medio de su calidez, jadeando cuando las lágrimas se acabaron- No me dejes solo por favor...

Su rota voz hizo estremecer al amo de los truenos, sabía que estaba roto, pero atestiguarlo era algo que lo dejaba noqueado.

- No lo haré... --dijo ferviente- Sabes... debo darte las gracias, siempre me diste lo mejor de ti, y además me diste un hermoso regalo... no sé cómo compensarte ni como pedirte perdón por todo lo que te hice...

- Quédate conmigo y estamos a mano... -murmuro viéndolo, pidiendo su presencia en su vida.

- Espero no te arrepientas porque soy un neandertal... -sonrió antes de besarlo, dejándole ver sus emociones –Quédate a mi lado... aquí o en Asgard, cumpliré tus deseos... es lo mínimo que puedo hacer...

La risa cristalina del Laufeyson se dejó escuchar, dejando ver su felicidad.

- Acepto... -susurro antes de recibir un nuevo beso lleno de promesas de amor, perdiendo el aliento pero ganando una nueva vida.

Era un nuevo comienzo...

Fin

~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~* ~*~ 

Corto y cursi~
Nos vemos en la siguiente historia...