Prohibido

449 27 22
                                    

¡Hola gente bella! ¿Como están? Espero que bién, bueno, este shot especial me lo pidío la señorita Kei, espero que lo disfrute, a mi me encanto escribirlo, no puedo evitarlo, se que lo prometí hace tiempo pero, no tenía ni tiempo para respirar, bueno, pronto intentare volver a la normalidad niñas, gracias por su paciencia y ahora si, disfruten golosas.
Pd: Por cierto gracias a mi amiga Katita por las correcciones como siempre y gracias a Juli bebe por la portadita  🤗🤗🤗

🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺🌺

Las imágenes volvían a repetirse detrás de sus ojos, como una lenta agonía de la que no podía escapar. Matt volvió a arremeter contra la bolsa de boxeo. Desatando con sus puños la fustración que quemaba en su cuerpo. Deseando que de alguna manera ese deseo incontrolable y prohibido se calmara. Sabía lo que había visto hace un par de horas atrás en la casa de su hermano, cuando fue a buscarlo. Y eso había sido suficiente para hacerlo correr a altas horas de la noche, directo al gimnasio. Si no se sacaba la imagen de la cabeza, se iba a volver loco. Ni siquiera se permitía a sí mismo tocarse. Sabía lo que su cuerpo deseaba, lo que le exigía a gritos. Pero, no iba a permitirse caer por ese deseo. Estaba mal a tantas escalas que no podía permitírselo. 

- ¡Maldita sea Daryl! - Dijo frustrado golpeando con sus puños el saco.

- El saco no va a calmar lo que quieres, ni golpearlo va borrar las imágenes que tanto te atormentan.- las palabras de su hermano gemelo lo pararon en seco, Matt apretó los puños sin voltearse a mirarlo.

- No entiendo de que estas hablando, ¿qué haces aquí? - Preguntó intentando cambiar inútilmente de tema, Daryl avanzó seguro de lo que quería.

- Sé que me viste mientras me estaba tocando y sé que me escuchaste también, no puedes hacer de cuenta que nada pasó...- Matt se dio vuelta mirándolo fijamente, el ambiente estaba cargado de una tensión sexual tan fuerte, que ninguno de los gemelos podía quedar indiferente.

- ¿Desde hace cuanto...? - No pudo terminar la frase, las palabras habían muerto en su garganta antes de siquiera poder expresarlas.

- Hace años... Hace años que se me pone dura pensando en ti.- Matt pasó saliva nervioso, intentó escaparse por la tangente, acercándose a la pared del gimnasio pero, el mafioso le cortó el paso. 

- No podemos... Somos hermanos.- Las palabras de Matt solo incentivaron a Daryl a arrinconarlo contra la pared, el deseo fluía entre ambos, era imposible detenerlo, las manos del mafioso peinaron su mejilla con suavidad.

- ¿Qué importa, Matt? Solo nos tenemos a nosotros, solo existimos nosotros, no hay nadie que se oponga a esto. Huiremos lejos de aquí, si es lo que te preocupa, lejos de todo, no puedes pedirme que me detenga, ya no puedo soportar más, ninguna mujer o hombre me llena ¿No me ves quemándome por ti? Sé que deseas esto, tanto como yo ¿Qué te lo impide? No es como que te vaya a dejar embarazado o algo así.- Daryl se había estado conteniendo mucho tiempo, esperando, soportando el no tenerlo pero, no podía más, en los ojos de Matt se desataba una tormenta de emociones.

- Yo... - las palabras de Matt murieron en la boca de Daryl, su hermano gemelo tomo con fuerza sus cabellos y sus labios se adaptaron a la curva de los suyos, un estremecimiento recorrió su cuerpo, estaba perdido.

- Ya, deja de pelear contra esto.- Susurró Daryl contra sus labios rompiendo solo una fracción de su beso para volver a hundirse de lleno en esa boca.

La boca de Daryl se adaptaba a la perfección a la de Matt. Todas sus dudas se disiparon en el momento en que él asaltó sus labios. Un escalofrío bajó por su espalda. Matt apretó la cintura de Daryl contra la suya. Logrando que aquel bulto se frote contra el suyo. Ambos se frotaban desesperados para encontrar una calma para ese fuego que los consumía por dentro. Daryl lo arrastró a una colchoneta. Los sentidos de Matt estaban embotados siendo seducido por su hermano. Los dedos del mafioso sujetaron sus cabellos para mantener ambas bocas juntas. La lengua de Matt era acariciada de tal forma por la de Daryl que solo podía gemir en su boca.

Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora