Capítulo 12: Te avergüenza estar con ella.
Zachary.
«Intenta sonreír, los fuertes lo hacen a pesar de la desgracia.»
Camino despacio con las manos hundidas en los bolsillos, cabizbajo. Juls tenía razón, no está nada bien y sigue preguntando por Eve todo el tiempo porque sabe que no va a verla pero ella es incapaz de ir.
Es fuerte ver a tu héroe ser consumido por la oscuridad mientras observabas desde la otra línea sin poder hacer absolutamente nada. ¿Cómo sonrío, mamá si poco a poco te estoy perdiendo?
Me siento como una jodida mierda.
Una vez más no puedo hacer nada más que sonreír como un maldito farsante ante ella cuando recuerda el pasado. Cuando cree que todo es igual.
Gruño ante la ligera llovizna que comienza a descender por las calles aledañas al campus. No puedo dormir y tampoco lo deseo.
Suspiro alzando la vista y doy un respingo al encontrarme a Marley y Sidney. Ellas me observan atónitas perdiendo color sus mejillas; deslizo la mirada y me encuentro con sus dedos entrelazados por lo que rápidamente se separan.
Carraspeo incómodo— Es tarde para que anden a estas horas chicas.
Intento evadir el hecho de ellas dos agarradas, sonriendo y... Ahora que lo pienso es que primera vez que Marley sonríe porque siempre que la veo luce derrotada. Es reconfortante verla alegre.
— Íbamos a la residencia es que, pues, le mostraba Marley que...
Alzo una mano y al instante calla. Marley retrocede un par de pasos escondiendo la cara en su pelo negro.
— No diré nada— sonrío rascando la parte trasera de mi cabeza— Anda, las llevo.
Dudosa Sidney acepta e inicia la caminata seguida de Marley. No tengo nada en contra de la homosexualidad, cada quien es libre de elegir su propio tipo de atracción sexual; aunque eso no deja de incomodarme un poco cuando dos hombres se besan o tocan de manera provocativa frente a mi. Pueden ser lesbianas o gays sin problema pero las muestras de afecto excesivas deben quedar restringidas para la intimidad y lo mismo pienso de los heterosexuales.
— Gr... Gracias, Zachary— dice Marley a la derecha.
— No hay porqué— sonrío y puedo ver la desolación en sus ojos cuando los nuestros se conectan.
Iguales a los de Caramelo aquel Hallowing, vacíos.
Estaba roja por contener las lágrimas, fría al tocarla y sus manos temblaban, por un rato la miré anonadado pensando que era el primer momento en el que se mostraba realmente vulnerable ante mi y creo que ella también lo reconoció porque lo primero que pasó por sus ojos fue asombro como si no esperara encontrarme ahí.
Carraspeo al recordar ese momento hundiendo las manos una vez más en los bolsillos.
— Probablemente sacaste conclusiones al vernos— dice Sidney cruzando los brazos.
— No me interesa lo que hagan. Ustedes son responsables de sus acciones— me encojo de hombros—. No niego haber escuchado rumores sobre las preferencias de Marley pero nada que ver.
— Bueno, yo... Pues..
— No digas nada, Marley— Sidney le lanza una mirada retadora—. Nadie puede saber esto, Z. Si hablas me hundo.
— Osea que te avergüenza estar con ella.
— Yo no...
— Que pena, Sidney— frunzo el ceño—, no esperaba más de ti. Llegamos a tu residencia.
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CLUFF
RomanceSkyler Dallen no es el estereotipo de la chica delgada y sexy que camina por los pasillos del instituto, sin embargo, forma parte del grupo de los populares. Pero esto no quiere decir que sea la tímida, la mala o la falsa. Ella pensaba que no podía...