Camino por la escuela

Lamento el ser yo.

Camino por la escuela, el clima es frío, las luces son lo único que ilumina el pasillo pues aún no sale el sol.

¿Alguna vez se han sentido sofocados por el mundo?

Bajo por las escaleras, están completamente solas lo único que se puede escuchar es la música que reproducen mis audífonos.

Sienten que todo el mundo está en contra tuya o que te buscan solo para lo que ellos necesitan y nunca para lo que tú necesitas.

Una de las luces de las escaleras parpadea, dando un momento de luz y otro de oscuridad como la vida misma.

A estas alturas debería presentarme como el protagonista de esta historia, decir quién soy y como soy.

Me senté en un escalón.

Pero eso no les importa, lo único que necesitan saber de mi es que por fortuna o por tortura, mi historia se sigue escribiendo.

Tomo una hoja de un árbol cercano y comienzo a romperla.

Soy una persona, soy igual a todos los demás, pero a la vez soy diferente, soy una persona dispuesta a ayudar a cambiar el mundo.

Recojo mis piernas y escondo mi rostro en ellas.

Pero el mundo es tan egoísta que cuando le ofreces ayuda la rechaza, solo para seguir diciendo que es egoísta. El mundo es tan malo que cuando quiere hacer algo bueno, no te lo permite solo para seguir diciendo que es malo, no quiere cambiar, y yo, me estoy cansando de querer cambiarlo.

Me levanto y sigo caminando.

Aveces me pregunto ¿que opinará Dios de mi? ¿Estará orgulloso de quien soy?

Camino por el patio de la escuela.

Me han dicho que Dios no da a sus guerreros batallas que no pueda ganar, y que si me da estas peleas es porque soy uno de sus guerreros más fuertes.

Miró la escuela, aún está vacía y la oscuridad sigue dominándola.

Y si, aveces me siento fuerte, pero muchas veces me siento como un simple estorbo.

Suspiró profundo y toco mi pecho para sentir mi corazón.

Y otras veces me siento como algo desechable, algo que puedes tomar y tirar cuando se te plazca, al fin y al cabo no soy rencoroso y siempre estaré ahí cuando alguien me necesite.

Mi corazón se acelera y una lagrima recorre mi rostro.

¡¿Qué he hecho para merecer esto?! ¡¿Por que las personas me lastiman cuando yo solo quiero ayudarlas y amarlas?! ¡¿POR QUÉ DIOS?! ¿Por qué me diste un corazón tan grande en un mundo con el corazón de piedra? ¿Por que soy tan estúpido para seguir ahí con las personas que me han pisoteado y escupido? ¡¿POR QUÉ NO SOY CAPAZ DE ODIAR A NADIE?! ¿Por qué nadie es capaz de amarme como yo amo?...

Camino de regreso al salón.

Lamento tanto el ser yo.