Capítulo 5: Discordia

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―Mas rápido Lee, mueve esas manos.―El hombre mayor con traje peculiar dio la vuelta con sus manos fijando su mirada en una copia exacta a si mismo, pero mas joven.

―Si, Gai-sensei, una carrera a Konoha.―Caminaba con sus manos a una velocidad envidiable para cualquier ninja que no estaba especializado en Taijutsu.

―Acepto el reto mi joven pupilo, el perdedor hará 500 lagartijas y 1000 sentadillas.

Se alejaron sin miramiento en una carrera en la cual el ganador era por completo evidente. La poseedora de dos orbes de avellana suspiró ante la actitud vergonzosa de su sensei y compañero mientras caminaba junto al genio Hyūga, quien seguía con sus característicos ojos los pasos de sus camaradas.

―Ellos jamás cambiarían, aunque trascurran los años.

El masculino confirmó su declaración con un movimiento del rostro y siguió con su caminar hacia la aldea de Konoha, que estaba a unos cuantos minutos. Él la observó de reojo. No había signos de que recordara los acontecimientos de días antes en el karaoke, aquel comportamiento atrevido de su parte en aquel baile y por supuesto al intentar obtener algo más de lo que le había proporcionado, un contacto más físico. Aún recordaba los labios femeninos rosados que parecían resaltar por las sombras ocasionadas por las luces del lugar, su pecho se agitó tenuemente ¿Qué era lo que él le había dado? Un compañerismo sano, evolucionando a una amistad dado a su buena relación donde podían estar hablando durante un largo rato o en un silencio absoluto. 

Aquella noche ella quería más, le exigía más de él.

Una mirada traviesa y sugerente observándolo con una curva en los labios invadió su cabeza. ¿Esos eran realmente los deseos de Tenten? Desechó la idea tan pronto como la pensó. Era imposible, aunque ciertamente desde un tiempo atrás ella se encontraba más ansiosa, nerviosa y como si quisiera decir algo. Eso pudo apreciarse el día en que había ido a su cuarto. Su presencia lo había descolocado y más por no encontrarse en la mejor posición de vestimenta, pero ese día se veía particularmente nerviosa ¿había pasado algo antes de que fuera a verlo? Era lo más concluyente, porque justo ahora, mirándola reflejaba una paz interna.

Tal vez aquel comportamiento en el karaoke que le atribuía y aquellos deseos, eran errados. Él había malinterpretado su comportamiento y simplemente Tenten estaba bajo los efectos del alcohol donde no tenía control de sus acciones y no tenía nada que ver sus deseos ahí.

Se lohabía demostrado en todo este tiempo juntos donde su relación siempre fue lamisma. Para Tenten, solo era un compañero. Siempre había sido esa su relación. Nunca había tenido que replantearse ese tema hasta ese momento y no tendría por qué hacerlo.

Aceptó ese pensamiento sin inmutarse y dirigió, nuevamente, su mirada hacia ella con discreción. Sus orbes, sin poder evitarlo, se centraron en sus labios rosados y carnosos que se curvaban en una pequeña sonrisa. La imagen de su cercanía y aquel aliento acariciando los propios originaron una leve punzada en su interior. Algo inexplicable en su persona.

Se encontró con aquellos orbes castaños observándolo con una incógnita en ellos.

― ¿Qué sucede Neji?

El Hyūga apartó la mirada de la fémina con algunos sentimientos desatados en su interior, y que se aseguró de reprimir. Una costumbre que había desarrollado desde su misión conjunta y aquel momento en su habitación. Decisión que había tomado al no lograr explicarlos, ya que su origen eran tan banales, como el agrado de sobremanera de ver a Tenten con aquella falda que acentuaba la piel morena de sus piernas, o de verla con aquel color encantador en las mejillas que solía presentarse con mayor frecuencia. O tal vez al simplemente entrenar, como su cabello se movía con delicadeza o al ver aquellos ojos llenos de vitalidad. Cosas que no había pensado antes con detenimiento y que nunca se había percatado o eso quería pensar.

Gazes to the soul [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora