Puede que los ángeles no sean tan buenos como los pintan
ni los demonios tan malos como te cuentan.
Quizás los ángeles no siempre te ayudan
quizás sean mentirosos y egoístas
o quizás no.
Quizás todos ellos
salivan cuando piensan en la manzana prohibida
o sienten envidia al recordar a sus viejos amigos que decidieron caer
porque
¿al final de todo,
qué es un demonio sino un ángel que decidió ser libre?
Y quizás
aquello a lo que llaman infierno
no es más que el club de esos ángeles caídos
que bailan y se regocijan
al pensar en sus amigos de arriba.
¿Qué pensará Él?
se pregunta el norteño
¿Y por qué no?
le respondió el del sur.
Tal vez los ángeles del norte siempre llevan un cuchillo detras de las alas,
y quizás los accidentes ocurran porque ese día a tu angel simplemente no le apetecía ir al trabajo,
puede ser que no se tomara el café
o puede ser que estuviera pensando en esa dosis de pecado que todos los ángeles,
y sobre todo los del cielo
necesitaban para sentirse
¿Vivos? ¿Humanos?
Porque si lo piensas bien,
alomejor
aquello a lo que llaman infierno
ese fuego ardiente e incesante
sea tan solo
la forma que tienen los ángeles del sur
de ¿divertirse?
Y posiblemente
llegará ese día
cuando te encuentres perdido en la noche deseando que tus ángeles del norte te salven,
seguramente ese día
te des cuenta
de que
o aprendes a bailar con el diablo,
o la noche te asesinará
O quizás
esa ilusión
llamada oscuridad,
sea lo que nos impide ver
que los demonios
también brillan.
