𝐅𝐋𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐑𝐄𝐙𝐎 # kwall。

único.

todo se había salido de sus manos. la visita sus padres se había extendido más de lo que tenía planeado, en vez de tomar el tren el día viernes como pensaba, lo tomó el sábado en la noche, lo que implicaba que llegaría a seúl a altas horas de la mañana.

cuando comentó el retraso con su pareja de cuatro, casi cinco años éste dijo que no había problema alguno. en el fondo notó la pizca de desánimo en la voz del mayor luego de que la noticia saliera de los labios de hyunjoon. no pudo sentirse más culpable posible, habían planeado despertar el día de su quinto aniversario de novios justo como los años anteriores, pero gracias a que sus padres quisieron que visitara a su tía la mañana del sábado todo se atrasó.

viajando en el tren no hizo nada más que pensar en el mayor, en cada uno de los momentos que habían vivido en aquellos cinco años, en todo el amor acumulado que sentía por él y que nunca podría acabar de darle y en cada uno de los detalles que le hacía especial. y es que se le hacía imposible asimilar el hecho de casi cumplir cinco años de una hermosa relación –con algunos altibajos que pudieron superar juntos– con la persona maravillosa que era moon kevin.

todo lo que sentía por él se quedaba corto cada vez que le decía "te amo", porque si existiera una palabra con más significado que esa, sin dudarlo la usaría con moon.

entre todo aquél divague que tenía de centro al pelinegro de hermosa sonrisa recordó no haber preparado nada para él. golpeó su frente con su mano no tan fuerte para que los demás no pensaran que estaba loco.

—Por dios Hyunjoon, ¿cómo se te pudo olvidar esa parte? —se decía a sí mismo negando.

miró su reloj, cuatro con cuatrenta y seis marcaba exactamente. en poco llegaría a la estación de seúl.

pensó rápidamente en algo que le pudiese comprar al mayor que estuviera a su alcance a esa hora. y ¡bingo!

la pastelería 24 horas que estaba en la estación.

a pesar de tener parte resuelta sabía que no era suficiente a lo que le tenía preparado el mayor. no por nada la vez que le dijo que iría a casa de sus padres la semana antes de su aniversario le había escuchado hablando con chanhee y diciéndole que así estaría cómodo para preparar lo de aquél día.

aunque lo material no le importaba, lo que le daba significado a esa fecha era la intención con la que hacían las cosas. demostrar el amor inmenso que se tenían.

la voz de una mujer se escuchó por los altavoces del tren, anunciando que ya había llegado a su destino. tomó la única maleta que llevaba consigo, que no era ni tan grande ni tan pequeña.

casi que corrió a la parte comercial de la estación de tren buscando aquella ansiada pastelería. tenía pensado no comprar algo demasiado extravagante, sabía que kevin no era muy fanático de las cosas dulces, pero mientras fuera algo estilo postre era feliz para comerlo luego del desayuno.

pudo ver el letrero en caligrafía con colores pasteles donde decía el nombre de la pastelería, y lo más importante, el gran abierto en luces led.

optó por comprar un pastelillo de vainilla relleno de compota de fresas y algo de merengue en la parte superior, pues era uno de los favoritos de su hyung.

ambos compartían la misma fascinación por aquella fruta, podían pasar una tarde completa con un bowl lleno de ellas y no se cansarían de comerlas.