Amor en juego {Minhwan} [One Shot]

Parte Única

—¡NOOOOO! Queridos estudiantes, nuestro equipo local acaba de perder. Nuestro líder Kim está devastado—El comentarista deportivo anunciaba la derrota de los ZeroBase.

Kim JaeHwan se encontraban más que molesto, desordenando sus cabellos en frustración y lo peor era que no era culpa suya que ese recién llegado Hwang no le diera pases y le entregase el balón a ese chico nuevo –Del que no quería acordarse en esos momentos- porque Lee DaeHwi no sabía nada de fútbol y les quitaron el balón desde el segundo tiempo en adelante. Otra mala temporada y el entrenador lo sacaría de líder.

DaeHwi lo miró con su característico puchero en sus labios, derrochando ternura y arrepentimiento con su mirada. Debía definitivamente hablar con él y decirle que el fútbol no era exactamente su mejor habilidad y es que había visto al chico componer canciones y escribir en clases mientras todos hacían la tarea.

—Hey líder, creo que no estás haciendo un buen trabajo—Otra vez ese muchacho petulante. Le arrancaría los cabellos si pudiese. Hwang Min Hyun tenía su metro ochenta tapando su vista de los otros jugadores del equipo en esa esquina de la cancha.

«No lo insultes, el entrenador podría darte un ultimátum» Pensaba JaeHwan.

Miró con desapruebo hacia el alto chico recién llegado al equipo que lideraba, cruzándose de brazos y un ceño fruncido que no desaparecería pronto se hacía presente.

—Escucha Minhyun,no sé cómo haya sido en tu anterior escuela pero aquí todos seguimos el plan del entrenador—Habló finalmente con una calma le enorgullecía.

El chico cambio su singular sonrisa, imitando su postura y por alguna razón los ojos de Minhyun se volvieron oscuros y su mirada penetrante, acercándose al oído del líder Kim.

—Escucha mocoso, no tienes lo que se necesita para ser líder. Solo las ganas y eso no basta. No seguiré tus órdenes—El chico se alejó y se fue corriendo hacia sus otros compañeros, chocando palmas mientras que él lo veía a la distancia junto a los otros recostados en el piso con botellas de líquido energizante.

Kim JaeHwan no podía estar más molesto. En todos sus años en la escuela, su deseo más grande había sido el de convertirse en líder del equipo de fútbol de la escuela, era su pasión propiciada por su padre desde que era pequeñito. Su primer balón lo obtuvo a los cuatro y desde entonces se había dedicado a entrenar.

Sus amigos usualmente le decían que tenía una bonita y ponente voz, lo suficiente como para estar en el coro de la escuela o actuar en musicales pero el, estaba realmente comprometido con el fútbol y es algo que no cambiaría.
¿Qué se creía ese baboso como para intimidarle de esa manera y no seguir lo que había dicho? Definitivamente Hwang Min Hyun se metió con la persona equivocada,si señor.

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La clase de álgebra no avanzaba y Minhyun se encontraba en el último asiento del salón de clases, teniendo una vista periférica de todos sus compañeros. Desde que se había transferido a esa nueva escuela, muchos de sus compañeros eran bastante aburridos para su gusto. Las chicas lo seguían y suspiraban cuando el pasaba, algunos chicos no muy discretos también se sonrojaban ante su presencia.

Era  solitario, sí.  Pero de todos modos no había nada más divertido para el que molestar al chico que se sentaba en frente suyo, después de todo Kim Jaehwan era el único que hacía divertidos sus días.

La vida que tuvo no era muy buena que digamos, se había mudado con su madre solamente ya que su hermana mayor estaba en el extranjero. Su progenitora era una persona bastante frívola y luego pensaba el porque no habían funcionado las cosas con su padre. Dejando todas esas penurias, pateó la silla que usaba su compañero, quien se giró a enfrentarlo.