"Nada es incorrecto si cuando lo haces sientes la pasión."
Inhaló hondo, se convenció de que todo saldría bien y exhaló.
— ¿Nerviosa? — preguntó Noel parándose junto a ella para verse al espejo
— Un poco — acomodó los breteles de su vestido
— Te has preparado durante meses y nadie conoce esto mejor que tú, lo harás excelente — su hermano siempre sabía darle las mejores palabras de aliento, se había convertido en su mejor amigo durante el último tiempo
Ella acomodó su corbata — Si te tengo a ti de apoyo se que todo resultará — se cercioro de dejarle el atuendo en orden — muy guapo — palmeó su hombro
— ¿Crees que...
— Si intentas seducir a alguien buscaré las tijeras más cercanas y te castrare — no dejó que él terminara
— Entendido, nada de seducción — cubrió su zona con las manos y huyó escaleras abajo
— Buen trabajo — se felicitó frente al espejo.
Aunque su relación con su hermano iba cada vez mejor, seguía siendo muy celosa cuando se hablaba de él más alguien del sexo opuesto, aunque no lo admitiera no sólo era la nostalgia de perder a su hermanito menor que ya contaba con dieciocho años, también estaba el miedo que sentía de que le rompieran el corazón, ella sabía de primera mano lo que significaba salir lastimado.
Movió la cabeza despejando esos pensamientos, llevaba tres años evitando ese verano, cuando llegó a su casa escribió dos cartas, tomó sus maletas y las cosas que había sacado y fue a la parada de autobús, no tuvo que decir mucho, su madre les había informado a su padre y hermano un poco de lo que había sucedido. Keith la recibió con los brazos abiertos, secó sus lágrimas, le dio el boleto de avión y en dos días ambas iban camino a Valdivia, Keith a ver a sus tías, Laura a olvidar ocho años de existencia. No volvió a saber sobre Fernando o la isla, ella no pisó de nuevo el lugar, Noel se encargó de darle la carta a Susana y Carson, luego de seis meses volvieron a tener contacto, pero nadie mencionó al tercer hermano, seguían siendo amigos, pero casi no se veían. Ellos se graduaron y se mudaron a una ciudad para estudiar en la universidad, Laura entró a un instituto y cumplió su sueño de publicar un libro, tuvo tanto éxito que comenzó a tener firmas de autógrafos en ciudades cercanas.
— Cariño, ya llegó — su madre la llamó desde abajo
Tomó su bolso y fue a su encuentro. La limusina negra le seguía pareciendo exagerada, pero su editor la persuadió para aceptarla ya que decía que toda estrella debía llegar de la manera más glamorosa, aunque ella hubiese preferido llegar en la camioneta familiar.
— ¿Podrías repetirme el itinerario? — le pidió a Félix su asistente
— Claro, primero serán las palabras de introducción, luego vendrán algunas cartas de fans, tu discurso de agradecimiento y motivación, la firma de autógrafos y por último el cóctel, el último es para estar más cerca de tus fans, aunque en todo el día ellos tendrán completo acceso a ti — leyó de su carpeta — la limusina está a tu disposición, es privada, tiene todo lo que necesitas, incluyendo ropa de cambio, tu familia también tiene un vehículo personal por si es que desean retirarse antes o ir a otro lugar
— Gracias Félix — su padre agradeció
El lugar estaba decorado de una manera gloriosa, rosa, dorado y negro se combinaban perfectamente, igual que la portada del libro, en medio de la entrada se presumía una alfombra roja y a los lados habían dos cintas que detenían a las personas, la limusina se detuvo frente a la alfombra y todos se bajaron. Laura comenzó a tomarse fotos con los fan, sonreía y conversaba un poco, pero algo captó su atención, o más bien, alguien, le resultaba familiar, no lograba divisarlo bien, por tantas personas frente a ella y su estatura promedio no ayudaba mucho.
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La Isla de los recuerdos (corrigiendo)
Teen FictionCuando los sentimientos se vuelven secretos y luego recuerdos.