Hay algo en ti ✨ (WARIAM)

32.

Era viernes por la tarde y estaba con Aitana y Amaia, les había prometido pasar un tiempo solas las tres antes de que me fuera y bueno, lo estaba cumpliendo.

Amaia tenía que ir en una hora a ensayar su canción. A Aitana y a mí nos tocaba mañana por la mañana. Y para qué mentir, estaba tan nerviosa que creo que no lo podía ocultar, al menos no mi pierna, que no dejaba de moverse de arriba a abajo.

-Ana, se te va a salir la pierna. -dijo Aitana poniéndome la mano en la rodilla.

-Buah Ana, tranquilízate. -dijo Amaia.- Qué te va a salir todo bien, ya verás.

-Pero que estuve anoche con Miriam y el escenario es enorme. -dije.- Qué yo me muero ahí arriba.

-¿Estuviste? -dijo Aitana emocionada.- ¿Pusiste tú inicial? -dijo dando saltos.

-Si. -dije sonriendo.

-Buah que bien, ahora somos una familia al completo. -dijo Amaia apoyándose en su mano.

-¿Qué dibujaste con tu letra? -preguntó Aitana.

-Es muy fácil. -dijo Amaia.- Un aguacate, ¿verdad?

-Por supuesto. -dije riendo.

-Hablando de aguacates... -dijo Aitana.

-¿Qué tal con Miriam? -continuó Amaia.

-¿Qué? -dijimos Aitana y yo al unísono.

-¿No es lo que ibas a preguntar, Aitana? -preguntó Amaia.

-¿Por qué iba a preguntar eso empezando de esa forma? -dijo Aitana sin entender nada.

-A ver, los aguacates se parten por la mitad, ¿no? -dijo Amaia y nosotras asentimos.- Pues en vez de la media naranja para hablar de Miriam, el medio aguacate. Porque es Ana y le gustan más los aguacates que las naranjas.

-Amaia, no tiene sentido. -le replicó Aitana.

-Si tiene, sólo que no lo sabéis ver. -dijo Amaia indignada y haciendo una pausa larga.- Bueno, ¿qué tal con ella?

-Qué cotilla que eres. -dije yo.

-A Aitana también le interesa sólo que se lo calla. -dijo Amaia.- Qué luego cuando estáis Miriam y tú juntas, no deja de preguntarme por cómo estaréis o que estaréis haciendo.

-No exageres. -dijo Aitana poniendo cara de enfadada.

-Bueno, si se van a estar picando no les cuento como nos...

-¡No, no! -gritaron las dos a la vez.

Yo negué con la cabeza después de ver como las dos se acercaban mas a mí mientras me miraban con los ojos abiertos.

-Pues a ver, después de todo lo que pasó en Galicia y después de hablarlo, estamos bien. Muy bien. -dije yo viendo como las chicas sonreían.- Pero, sé que Miriam no está feliz. La noto triste, pero claro, con razón. Que yo estoy triste también, porque no me quiero ir, pero creo que ella lo está pasando demasiado mal, y me da miedo cuando me marche. Me da miedo porque quiero que esté bien y se que no lo va a estar. Prometedme que la vais a cuidar mucho, por favor.

-Claro que la vamos a cuidar. -dijo Amaia acariciándome el brazo.

-Pero...no te olvides que tú también tienes que estar bien. -dijo Aitana.- Y que cuando estes allí te tienes que dejar cuidar.