A la mañana siguiente Jane llegó sola a la comisaría, habría llegado acompañada de Maura, pero por la madrugada decidieron que era suficiente. Habían pasado un largo rato entre beso y beso, pero cuando se volvieron demasiado acalorados, la detective prefirió ir a casa antes de que fuera difícil para ambas separarse. Como todos los días pasó al Division One Café en busca de su tan anhelado café, sorprendiéndose al entrar, pues uno de los detectives la saludó con un movimiento de cabeza y una sonrisa coqueta en el rostro. Ella se alejó de él algo extrañada. Miró a su alrededor y caminó hacia Korsak.
— ¿Tenemos algo nuevo del caso?
— El ADN que Maura encontró en la víctima pertenecen a Alan Evans, como sospechaste — Habló el hombre mientras se servía café. La morena imitó a su compañero, poniendo dos sobres de azúcar a su vaso cuando terminó — Hace dos meses se separó de su ex esposa, hace tres semanas ella se casó con una chica, Melany Roberts, algo así.
— Hace tres semanas empezaron los asesinatos, genial. Tenemos un motivo ¿Qué hay de la esposa? Deberíamos vigilarla.
— No te preocupes por ella. Sabía que el hombre con el que estuvo casada estaba loco y se mudó a Inglaterra apenas se casó — Stanley, el encargado de la cafetería caminó cerca de Jane y Korsak, siendo saludado por la detective. Él se limitó a devolver el saludo con un movimiento de cabeza y una mirada de desagrado.
— Prueba el café, Rizzoli. Hoy lo hice especial para ti — Agregó el hombre con una sonrisa, sorprendiendo a Jane y a Korsak. Ambos eran conscientes de la enemistad que existía entre ellos desde siempre.
— ¡¿En serio?! — Jane pensó que se trataba de una mala broma que vendría de parte del hombre y le dio un gran sorbo a su vaso, una emoción fingida coincidiendo con sus palabras.
— Claro — Exclamó el hombre tranquilo — Hoy he metido mis calzoncillos en él. — Una carcajada salió de sus labios mientras se marchaba, haciendo que Jane escupiera de vuelta el sorbo de café que había dado. Una mueca acompañándola.
Korsak miró la taza en su mano con desagrado y algo de diversión irradiando de sus ojos, la movió de un lado a otro como si se asegurara de que no tuviera nada extraño — ¿Crees que…?
— No lo sé, pero prefiero no arriesgarme — Explicó Jane mientras arrojaba su frasco al basurero. Stanley la odiaba tanto que no se sorprendería.
Iban a salir de la cafetería cuando una voz ronca se escuchó detrás de los detectives — Rizzoli, ven a mi oficina cuanto antes — Automáticamente el rostro de Jane hizo una mueca de miedo al reconocer la gruesa e inexpresiva voz del teniente Cavanaugh.
— Voy en seguida, Teniente — Habló algo temblorosa. Korsak vio al hombre marcharse mientras el rostro de Jane seguía reflejando miedo, soltó un gran suspiro y llevó sus manos a su rostro para exhalar pesadamente — Mierda.
— ¿Qué hiciste ahora, Rizzoli? — Preguntó el sargento al notar la mirada de su amiga. Para nadie era secreto el hecho de que Jane -a pesar de ser buena detective - Casi siempre era un grano en el culo. Jane se encogió de hombros y dejó escapar un gran suspiro.
— Solo intentaba encontrar a nuestro asesino — Casi susurró, Korsak simuló una "O" con su boca, con algo de diversión. Ahí estaba la Rizzoli que conocía, siempre metiéndose en problemas. La detective caminó hacia la oficina de Cavanaugh a regañadientes, siendo consciente del regaño que se aproximaba.
Al entrar a la oficina del hombre lo miró dar vueltas de un lado al otro de su oficina, deteniéndose al notar su presencia.
— ¡Eres un dolor de cabeza, Rizzoli! — Le gritó el hombre, con tono moderado, pero haciendo que se sobresalte cuando estuvo frente a él — Tienes suerte de ser una buena detective o ya estarías fuera del caso — Exclamó señalándola con un tono agresivo.
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Déjame Amarte «Rizzoli & Isles»
FanficDos trabajos diferentes que unen a dos chicas completamente opuestas con una cosa en común: Hallar a los malos. Claro, si hallarlos fuera tan fácil no habría historia, pero ambas se encontrarán con algo mucho mejor, pero más terrorífico que un asesi...