La vida entera de Sal nunca fue una normal. Desde su infancia, él siempre se sintió desconectado de su familia. Tanto él como su hermano Samekichi nunca conocieron a su padre y, años más tarde, perdieron a su madre aún siendo muy jóvenes.
Un día, el tiburón de blanco decidió que ya no quería más de eso. Sin mirar atrás, Sal se sumergió en las profundidades del océanos, para nunca más ser visto. O eso creyó él.
Mientras descendía al fondo del mar, encontró una cueva muy curiosa. Acercándose a esta, Sal sintió una presencia peculiar acechando sobre él. No podía determinar exactamente que era era esa abrumadora sensación, pero sí sabía que quería más de ella.
La parte más profunda de la cueva tenía un extraño símbolo escrito en una de sus paredes. Sal no podía comprenderlo bien, ya que era realmente complejo, pero pudo identificar figuras de ojos, huesos de peces, círculos y lo que únicamente pudo asumir eran marcas de garras.
En lo que seguía admirando los extraños glifos, pudo oír una voz en su cabeza, una que nunca había oído antes. "Pequeño... Eres el que estuvimos esperando... Ayúdanos..." Era una voz femenina, una que sonaba rota y frágil.
Sal no lo pensó mucho y obedeció la voz. Sin embargo, dado a su joven edad, no podía completar la mayoría de las órdenes que la voz le daba, pero a él no le importaba. Solo quería complacer la creciente cantidad de voces que oía día a día.
Antes de que se diera cuenta, sus ojos ya no eran azules.
Día 1: Delirio
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[Funamusea] Fictober 2018
FanfictionVamos a unirnos a este bandwagon de drabbles y one-shots, todos con temáticas de Funamusea. Actualizaciones diarias o, en su defecto, varios capítulos en un día. La gran mayoría de los personajes explorados son unos de los cuales nunca había escrit...