Los primeros días fue raro para Taehyung el ir a la playa por la tarde y no encontrarse con su amigo, pero con el paso del tiempo se ha ido acostumbrando a que Jungkookie no apareciese.
Aunque eso no hacía que no doliese, el chico no podía evitar el echar en falta al morenito.
Taeyong está continuamente instándole a jugar con él, tratando que no piense demasiado en el tema, pero a veces no puede evitar estar triste al ver la cara de su hermanito.
Esa tarde, el castaño está sentado sobre la arena, el sol se está poniendo por el horizonte, y es demasiado extraño que el chico no esté jugando con las olas o recogiendo las conchas que arrastra la marea.
—No parece el Taehyungie que conozco. —Reconoce el tailandés, que está mirando al menor, que está a unos metros de ellos. —¿Qué le pasa? ¿Se le ha vuelto a morir alguna medusa que ha adoptado? —El castaño niega ante la mención.
—Es sólo que... Bueno, se podría decir que le han roto el corazón. —Ten abre la boca con sorpresa.
—Es muy pequeño para esas cosas, ¿no? Yo con su edad lo último por lo que me preocupaba era... —Se ve interrumpido por la voz del contrario.
—No en ese sentido. Su mejor amigo lleva dándole de lado como unas dos semanas... —Suspira, girando su cabeza para encontrarse nuevamente con la imagen desolada de Taehyung acariciando la arena.
—¡Qué lástima! —Comenta apenado. —Ya sé que dijimos que ésto sería una cita, pero creo que es mejor que vayamos con él... Mírale. —Ambos observan el pucherito inconsciente que se dibuja en las facciones de su piel acanelada por el sol.
—Tienes razón, siento haberte hecho venir si mi cabeza estaba en otro lado. —El moreno le da un beso en la mejilla, negando con la cabeza.
—Me encanta pasar tiempo contigo y con tu hermano, no te preocupes. —Dice con una gran sonrisa, mientras avanzan lentamente hacia el muchacho. —Oye, ¿y por qué no hablas con el otro chiquillo? Tal vez haya pasado algo y por eso no puede venir. Es raro que de un momento a otro deje solo a su mejor amigo. ¿No crees? —Taeyong chasquea la lengua con fastidio.
—Lo peor es que creo saber la razón por la que no aparece... Pero eso sí que no se lo puedo decir a Taehyungie, dudo que sea algo de lo que un niño debe lamentarse, nadie merece criarse sintiéndose mal por que, por su clase social, los padres de su amigo le han impedido verle. —La expresión de Ten cambia radicalmente, haciendo ver claramente el desagrado que aquello le produce.
—¡Qué gente más imbécil! —Dice, sin medir su tono de voz y provocando que su pareja le chiste en la cara.
—No sabes lo que me contó mi madre que le hicieron cuando fue a visitar a Jungkook a su casa... No entiendo cómo puede haber gente así. El dinero no lo da todo en la vida, está más que claro. —Comenta con molestia, al tiempo que agarra sus manos con fuerza debido a la impotencia de pensar lo mal que lo debió de pasar Taehyung en esa situación, si él hubiera estado ahí, las cosas probablemente se habrían puesto mucho peor... Pero al menos habría defendido al pequeño de esas alimañas.
—Madre mía. —Sentencia, alzando una de las comisuras de sus labios. —¿Y si...? No sé, podríamos intentar traer al pequeñín, me comentaste la última vez que solía venir con su cuidadora, aprovechamos algún día y hacemos que se encuentre con él. Es buena idea, ¿no? —Taeyong se lleva la mano a la barbilla, pensativo, barajando aquella opción mentalmente.
—¿Crees que saldrá bien? Está claro que animaría a Tae, pero no sé... —Nota cómo Ten coloca las manos en sus hombros y le insta a mirarle.
—¡Sabes que mis ideas son brillantes! ¿Quieres que tu hermanito esté mejor o no? —Asiente sin pensarlo dos veces, pero agacha la cabeza después.
—Está bien... Lo intentaremos. —Sentencia finalmente, ante los vítores que esboza el moreno. —Creo recordar dónde dijo Taehyung que vive su familia, así que no tendremos muchos problemas para ir. Pero esperaremos a mañana, ya está anocheciendo. ¿De acuerdo?
—Sí, mi capitán. —Dice de forma animada, dando un beso en los labios del contrario y sonriendo después. —No te preocupes, saldrá bien. —Guiña el ojo con familiaridad, haciendo que Taeyong ría levemente, acariciándole la mejilla acto seguido.
—De verdad lo espero. Sólo espero que no nos encontremos a los padres de Jungkook cuando vayamos a por él, eso sí que sería una verdadera cagada. —Ambos ríen, tratando de descargar su cuerpo de tensión con tan sólo pensarlo. —Hey Señor Jeon, venía a secuestrar a su hijo, pero si no me lo permite me iré y le cagaré en su lujoso jardín que vale más que mi casa. —El tailandés ha comenzado a soltar enormes carcajadas ante el inesperado todo agudo que ha adoptado su novio.
—¿Qué hacéis? —Escuchan junto a ellos, dándose rápidamente la vuelta y encontrando ahí al castaño, que ha escuchado las risas y se ha acercado para descubrir qué se tramaban sus dos hyungs favoritos. —¿Estáis contando chistes? —Pregunta, con toda la inocencia del mundo.
—Sí, Taehyungie. Aunque también estábamos pensando en la manera de rociarte de arena los calzoncillos sin que te dieras cuenta. —Expone Ten, totalmente serio y haciendo que los ojos color caramelo del muchachito comiencen a abrirse ante la sorpresa.
—¡Pero si me acabas de decir tu plan! —Se da una leve palmadita en la frente. —No valdrías para ser espía, eh. ¡Taeyong, deberías haberte quedado con Yuta-hyung, él sí sabe ser un buen infiltrado, como en las pelis! —Dice adrede para molestar al moreno, que acaba de posar la mano en su pecho de forma dramática.
—¿Qué es lo que acabas de decir? ¡Ven aquí ahora mismo! —Empieza a correr tras el pequeño, que ahora se encuentra huyendo de él, ambos seguidos por Taeyong que corre para evitar una guerra de cosquillas, pedorretas o algo por el estilo.
Cuando la luna hace acto de presencia, iluminando las olas, y el castaño se dedica a acariciar la cabellera de su hermano pequeño, desea internamente que todo salga según lo planeado, porque lo último que quiere es que su hermanito tenga esa espinita clavada en su corazón.
Porque no hay uno más puro y hermoso que el suyo, y no merece ser tratado mal.
ESTÁS LEYENDO
SUMMER PARADISE🏝 ••KookV••
FanfictionDicen que los polos opuestos se atraen... Y no importa cuanto hagas para evitarlo, pues no lo conseguirás.