Capítulo I:El último día en los suburbios
- ¿Así que regresaste de nuevo maldito cobarde? ¡Tus engendras no hacen más que sacarme dinero del bolsillo!-
Comenzó a decir la madre con desdén y, bajo ciertos efectos del alcohol en su sistema. El padre no respondía, a él, realmente no le importaba qué diablos pasaba en esa casa o de que diablos se quejaba su vieja, pero no era algo poco común en un ambiente tan tóxico como lo eran los bajos barrios de la gran ciudad del progreso.
-¡Eres una vieja guarra!, ¿Qué acaso no ganas lo suficiente como prostituta de gente adinerada?!- Respondió finalmente su padre.
-¡Todo mi dinero se lo llevan tus mocosas!- Replicó la madre acercándose a su marido -Pero...- Prosiguió acercándose lentamenta y suavemente -No sería tan mala la vida con esas emocosas si tan solo... aprendieras a hacerme felíz- Dijo con una voz pícara poniendo una de sus manos en el pecho del padre y la otra entre su entrepierna.
Pese a que las discusiones y los gemidos de reconciliación de sus padres, Vi no podía dejar de escuchar aquella absurda ecena aún detrás de la puerta.Molesta por el cinismo en las palabras de su madre, pues ella gastaba una exorbitante cantidad de dinero en sus operaciones plásticas, aquella horrible mujer de pelo rojo y pechos más grandes que su cabeza, le causaba asco, esa señora era una verdadera punta, siempre quejándose de que no tenía dinero, mientras que Jinx y Vi apenas comían, lo poco que Vi tenía se lo daba a Jinx, pero la pobre seguía teniendo una notable desnutrición.
Cada vez que Vi pensaba en esas cosas, se enfocaba en el día en que pudiera irse de esa casa y darle una vida mejor a su hermana menor Jinx. Por fortuna, el carácter de Vi no era de aquellos que se dejan vencer y solo se lamentan por su penosa situación vivendo de la lástima de otros. Ella había creado un plan, previamente se había enlistado en un programa de pruebas, en la cual, se seleccionan a unos cuantos de los suburbios y se les da la oportunidad de una mejor vida como trabajador de Piltóver; ofreciéndoles también, un pequeño departamento donde vivir. Por suerte, Vi fue una de las afortunadas en poder pasar la complicada prueba y conseguir un puesto en la comisaría de Piltóver, justamente era eso lo que anunciaba la pequeña carta que estrujaba entre sus manos.
La chica de pelo rosa se dio media vuelta, alejándose de la habitación donde estaba sus padres y entró al cuarto de su hermana menor intentando evitar que la puerta rechinara al abrirse.
Jinx descansaba sobre su desgastado y percudido colchón, el cual expedía un hedor a orines, provocado por las veces que Jinx mojó la cama cuando niña a falta de pañales, y de las veces que su padre, ebrio, orinaba el colchón por el enojo que le producía Vi cada vez que evitaba que violara a la menor. Esos recuerdos eran difíciles de borrar... Por suerte Jinx no lo recordaba, a ella siempre la drogaba su padre.
-Jinx- llamó a su hermana con un tono calmado
-¡Jinx!- volvió a insistir, pero esta vez con una voz más fuerte.
-¿Qué pasó?- Dijo la menor sin siquiera hacer un gesto o movimiento, arrastrando las palabras.
-Nos vamos de aquí- Dijo hincándose mientras acercaba al oído de su hermana
- Prepara tus cosas- Al decir esto, la pelirosa se levanto y se dirigió a un ropero viejo, de donde saco una maleta mugrienta color café, de cierres inservibles, pero que guardaba una cuerda que servía para atorar la puerta de la maleta.
-Vi...- La mencionada dirigió la mirada a la chica delgada y pálida, -¿A dónde iremos?-Preguntó la pequeña mientras aún se tallaba los ojos debido a la reciente interrupción de su profundo sueño
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Este es el Juego (Jinx X Kayn)
FanfictionEs una historia que tiene como protagonismo el amor de Jinx y Kayn. contiene Lemon, violencia y temas complicados. si lo que buscan es una histaria rápida donde los personajes se amen y tengan relaciones como si nada, esta no es su historia. cabe me...