Cuando eres una adolescente y te dicen que se mudaran por 5ta vez puede ser un poco ¿frustrante? Y a eso sumémosle que esta última mudanza es a un país con una cultura muy diferente. Hasta cierto punto para nuestra chica eso ya era una costumbre, lo que no se esperaba era que esta vez le tocara quedarse completamente sola en una residencia de su nueva escuela. Sus padres la llevaron personalmente, asegurándose de que estaría cómoda y jurando que esta sería la última vez.
Ya tenía algunos días y esa mañana en particular se le había dificultado levantarse más que nunca. Sus ánimos mejoraron después de cantar un poco en las duchas, cuando salió se encontró con la mirada sorprendida de algunas chicas, no pudo evitar reírse un poco de ella misma pensando que seguramente la tildaban de loca. Salió de la residencia caminando con su nuevo ánimo energizado tarareando cada canción que le venía a la mente, no tardó mucho en llegar el instituto estaba al junto. Se detuvo en la entrada recordando.
-espero haberlo dejado en el casillero- se dijo así misma, mientras revisaba su mochila quedándose debajo de un pino. Se recostó de el con algo de desgano, adiós a su buen humor. Miro la gran estructura que se encontraba frente a ella; los colores verde claro de las paredes hacían un contraste con el naranja de los árboles que se mecían con el viento frio. Se acomodó la mochila sobre sus hombros y atravesó el enorme portal blanco, adentrándose en el campus pasando junto a la cancha de tenis, mirando algunos chicos del club preparándose.
Camino debajo de una articulación que conectaba dos edificios, saludando a un par de chicas que iban con ella a clases de nado. Observo sus uniformes, suéteres negros con detalles en azul marino, alrededor del cuello y las mangas, con una camisa blanca dentro. Esperaba que le entregaran el suyo pronto, los profesores la miraban fijamente por ser la única chica con pantalón. Continúo a paso lento, hasta llegar a las puertas de vidrio de un gran edificio blanco.
-¡Daily!- escucho como la llamaban, busco con la mirada y se encontró con un chico que venía corriendo en su dirección.
-es Riley- le sonrió con paciencia. El chico estaba exhausto por su pequeña maratón, se flexionaba sobre sus rodillas respirando fuerte –buenos días Min, no vamos tarde ¿cierto?- se cuestionó sacando el teléfono que llevaba en su bolsillo para ojearlo, aun no se acostumbraba del todo al cambio de horario –son las 7:30-
-tengo algo para ti- con un brillo de emoción en sus ojos bajo la mochila que llevaba a su espalda, haciendo sonar las chapas metálicas que estaban enganchadas en ella. Paso rápidamente el cierre de un lado, rebusco hasta saca un papel envuelto por una pequeña liga. Riley lo tomo entre sus manos curiosas, deslizo la liga hacia un lado y sus ojos se contagiaron del brillo de los del chico, contemplando un ave fénix en el inicio del papel. En un impulso poniéndose de puntillas se abrazó del cuello del muchacho –hay que darle algo de actitud a tu nueva habitación –
Escucharon un par de risas y notaron un grupo de chicas pasando. Parecían cuchichear sobre su abrazo repentino mientras reían, no obstante, estaban lejos como para escuchar algo de lo que decían. Riley ensimismó su atención en una de ellas, parecía ajena a lo que hablaban las demás. Abrió la puerta de vidrio, se giró para mirar al risueño grupo con una mirada fría y apuraron el paso acallando las risas.
-parece tener prisa hoy- dijo Min refiriéndose a la chica de la mirada fría. Paso sus dedos por la parte posterior de su cabeza mientras Riley soltaba el agarre en su cuello y no dejo mirar a la chica hasta que salió del alcance de sus ojos. Volvieron a colocarse sus respectivas mochilas luego de guardar muy bien el regalo del alto chico, entraron al edificio hablando animadamente; planeaban irse juntos después de clases, así Riley podría pasarles algunas canciones de su laptop. Estaban en camino por uno de los grandes pasillos, donde todo era monocromáticamente blanco, cuando recordó.
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Aula 015
Short StoryRiley llega de Estados Unidos a Corea del Sur, de momento ha hecho un solo amigo y no siente que le agrade a muchas personas, pero una chica llamada Moo ra que parece tener sus propios problemas despertará su curiosidad.