Nathan POV
Año 2011 – Berlin
El hombre seguía corriendo sin dejar de mirar hacia atrás, sin darse cuenta de que lo que le perseguía estaba justo delante, choco con mi cuerpo haciendo que cayera para atrás, me miro asustado desde abajo y comenzó a arrastrarse hacia atrás con una mano levantada.
-Por favor, no me haga daño.- dije con la respiración agitada.
Comencé a acercarme a el lentamente.
-Tengo hambre.- dije elevando los brazos.
-Por favor señor.- comenzó a llorar.
Le mire extrañado y me arrodille.
-Eh, ¿estas llorando?.- pregunte.
El no respondía y seguía llorando como un niño.
-Venga, piensa que mueres por una buena causa... le quitas el hambre a alguien, ¿eso no te consuela?.- dije dándole palmadas en la espalda.
-Por favor, por favor, no lo haga.- dijo agarrándome de la camisa con lágrimas en los ojos.
-Tío, muere con un poco de dignidad.-
-Tengo familia.- dijo desesperado.
-Yo también tenía, ¿y sabes?, me la arrebataron. No pasa nada, tampoco importan tanto.-
-Por favor, por favor.-
Me levante con los brazos en jarra.
-Anda vete.- dije.
El tío levanto la cabeza.
-¿Enserio?.- dijo ilusionado.
-Si, pero no cuentes nada de esto.- advertí.
-Gracias.- dijo.
Se levanto y comenzó a correr, le di la espalda y después de unos segundo sonreí, me transformé en lobo y corrí hacia el, el se dio cuenta y intento ir mas rápido, pero era tarde, le cogí en milésimas de segundos y comencé a morderle en el estomago y a comérmelo, el grito de dolor unos segundos hasta que murió, me lo acabé de zampar y me convertí en humano de nuevo.
Me fije que me estaba observando mi segundo al mando Jason apoyado en un árbol mientras negaba con la cabeza.
-¿Que?.- abrí los brazos.
-¿Porque te comes a la gente?.- dijo sin comprender.
-Oh, no se deja que piense... ¿Puede ser porque soy un lobo?.- dije con sarcasmo.
-También humano.- discutió.
-Oye, ¿que quieres?.-
-¿Cuando nos vamos a ir de aquí?.-
-¿Que pasa, no esta cómodo el principito?.- pregunte con rentintín.
-No es eso.- se despegó del árbol.- Llevamos aquí mas de diez años, creo que es hora de que vayamos a por mas vampiros.-
-Bueno vale, busca un sitio donde ir y si me gusta iremos, ¿de acuerdo?.-
-Vale, nos vemos esta noche.- dijo alejándose al trote.
-Adiós.- dije.
Me fui a mi casa de la ciudad, había estudiado medicina en los distintos lugares donde iba, aquí era un reconocido medico, aunque no atendía a nadie, solo me saque el titulo y ahí me quede, me tumbé en la cama con las manos en la cabeza.
Escuche la puerta del baño abrirse, saque la cabeza y la ladeé en dirección a la puerta, era esa tía que me había tirado antes, ¿que hacia todavía aquí?.
-¿Donde estabas?.- pregunto con el ceño fruncido.
-No, la pregunta es... ¿que haces tu aquí todavía?.- pregunte.
-¿Como que que hago aquí?, esperarte.- dijo como si fuera lógico.
-¿Para que?.-
-Pues no se, ¿que te apetece hacer?.-
-Espera, espera. Es que piensas que tu y yo somos....- me calle esperando que ella acabará la frase.
-Novios.-
-A, no, no, no.- dije levantándome y poniéndome frente a ella.- Escucha fue una noche... una gran noche, pero se queda ahí, no busco nada sentimental ni mucho menos.-
Eso le dolió y me metió un tortazo en la cara, se fue mirándome con los labios apretados y el ceño fruncido.
-Cierra cuando salgas.- dije tocándome la mejilla aunque no me dolió.
Dio un fuerte portazo cuando salió. Suspire y me dirigí a la ducha, decidí darme un baño, puse el agua mientras me desnudaba, me metí en la bañera y cerré los ojos, estaba relajadisimo, en estos largos años, controle la rabia en mi, ya no me entraban esos ataques de rabia, ya controlaba todo de mi sin ningún problema.
Me quede una hora sin moverme de la bañera hasta que llamaron a la puerta, me enrolle una toalla en la cintura, me levante de la bañera y fui a abrir, era el cartero, se quedo con los ojos como platos mirando abajo.
-¿Que?.- pregunte.
El cartero se espabilo y saco una carta.
-Le traigo una carta.- me dio dicha carta.
-Gracias.- la tomé.- Adiós.- le cerré la puerta.
Me dirigí al salón y me tumbé en el sofá a leerla.
''Nathan te mando esta carta porque he recibido noticias de que hay muchos asesinatos en Berlin,
entiendo tu estilo de vida de asesinar a humanos, pero ser mas discretos y creo que ya es hora de que os marchéis.''
Uma
Suspire y tire la carta atrás, que pesados eran con marcharnos, a mi me gustaba Berlin, me levante del sofá y me vestí, el día estaba nublado, seguramente habrían vampiros sueltos por el bosque, salí de mi casa y me dirigí al bosque, me transforme cuando llegué, enseguida me llegó el olor a vampiro, corrí a esa dirección apresuradamente, no quería que nadie me lo quitara, cuando llegué vi a una rubia con los ojos dorados, era vegetariana, me acorde de Vanessa.
Se asusto cuando me vio, yo me quede mirándola desde unos metros, ella se debatía internamente entre correr o quedarse parada, me deje de tonterías y me lancé a por ella, no se lo espero y le arranque la cabeza rápidamente, me quede encima de su cuerpo un rato resoplando.
Me menee la cabeza para salir de mis pensamientos, no paraba de pensar en Vanessa, aunque no sentía nada cuando lo hacia, se me era imposible dejar de pensar en ella, me transformé en humano y saque el mechero de mi bolsillo del vaquero, me acerqué al cadáver y lo queme.
Anduve unas horas mas, me recorrí el bosque de palmo a palmo y solo encontré tres vampiros mas, me acorde de aquella guerra que tuvimos hace 90 años con esos neófitos, eso si era una buena etapa, nos venían vampiros de todos lados.
Llegue de nuevo a mi casa y me senté en el sofá a esperar a Jason y me dijera a donde quería ir, me puse la tele y vi una película, aunque no la echaba mucha cuenta, me sumergía en mis pensamientos, pensé en mi familia, en Nahuel, Nahuel, debí haberle matado, me arrepentía de no haberle obligado a volver y matarle.
La puerta de la calle me quito de mis pensamientos, me levante del sofá a abrir, era Jason, sin decir nada, entro y se sentó en el sofá, venía mojado, no me di cuenta de que estaba lloviendo.
-Bueno, ¿has encontrado algún lugar?.- me senté enfrente suya.
-Si, te va a encantar. Me han dicho que esta repleto de vampiros nómadas.- dijo ilusionado.
-¿Enserio?.- dije ilusionado.
-Si.-
-¿Y donde es?.-
-Es en un pequeño pueblo llamado Forks.-
-Forks.- repetí.
-Esta en la península de Olympic, al noroeste del Estado de Washington.-
-Suena bien.- reconocí.
-Entoces.- dijo esperando que diera el si.
-Avisa a la manada.- me levante del sofá.- Nos vamos mañana.-
Se levanto del sofá ilusionado.
-Venga, adiós tío.- dijo dándome una palmada en la espalda y yéndose de la casa.
-Forks.- repetí unos segundos después.