8:Averno4

24 5 2
                                    

~La Bestia~
Narra Philothano
Fue la primera vez que ví a un humano enfrentarse a Belial y que la pelea dure más de cinco segundos, ya que el es la Bestia, uno de los demonios más poderosos y que es uno de los herederos del trono de las tinieblas.
Pocos eran los demonios que pudieron enfrentarse a el y salir sin alguna herida que los incapacite, yo fui afortunada en haberlo enfrentado y hacerle frente, la batalla fue muy reñida contra el, ya que su estilo de batalla es Berserker o sea, frenético y usa un espadon y yo prácticamente era una Ronin, logré esquivar varias estocadas mortales pero si tuve cortes en la piel, no me percaté que iba a hacer un corte vertical y casi me alcanza, por eso perdí un ojo...  Después de eso, él me eligió como su teniente.
Bueno, creo que no habrá castigo si primero veo la calidad del juguete, porque creo que el se tardará con ese muchacho.
Ella estaba muy asustada como para moverse, pero lo curioso era que no apartaba la vista del chico, así que la cargue en peso, ella empezó a forcejear pero era patética, no tenía fuerza alguna y también lloraba como una niñita, así que detrás del cadáver del chico peliblanco, creé una especie de cuarto y entre ahí junto a ella, la puse en el piso, ella trató de escapar pero la tomé del cuello— hey, hey, ¿a dónde crees que vas? Te vas a perder de la diversión, déjalos a ellos que peleen como niños, nosotras las adultas tenemos que jugar —le susurre y la arrinconaba, ella asentó a cabeza nerviosa, estaba muy asustada, ¡demonios! ¡Odio que Belial no comparta sus juguetes! Siempre los acaba estropeando de alguna manera, pero esta vez va a ser diferente, yo disfrutaré de uno de sus juguetes, y valla que esta vez si es un juguete bonito.
— P-por favor, n-no me h-haga daño —titubea mientras lloraba, yo no hacia caso alguno a sus súplicas, yo seguía en lo mío, sacándole prenda por prenda, su piel blanca y perfecta, sin ninguna cicatriz, era hermosa.
¡Debo probarla! ¡Odiaría si Belial la estropea! 
Me sentía excitada por ella, en realidad quería probarla, los ruidos del choque de las espadas de Belial y el muchacho ya eran inaudibles para mi, no había más en esa habitación que ella y yo. Así que me empecé a sacar la armadura, hasta quedar en bragas, la verdad me sentía apenada por que usaba un vendaje para cubrir mis senos... No son tan grandes comparados a los de ella, pero no me importaba.
Narra Alex
Cada vez las estocadas y tajos de Belial eran impredecibles y bestialmente fuertes, mi cuerpo estaba lleno de cortes porque las ráfagas de viento que producía por los tajos que lograban hacer cortes superficiales en mi piel, además que solo vestia la capa que me dió Shiro y los pantalones con los que vine como protección y el estaba demasiado protegido, apenas pude hacerle un par de rayones en la armadura.
Piensa, piensa... ¿Qué harás! Maldito cerebro por qué no funcionas en este tipo de situaciones!
"¡Hey, deja de ser cruel contigo mismo y oyeme a mi!" —dijo una voz dentro de mi cabeza— ¿Q-quién es! ¿Acaso no se les hace suficiente con torturarme! —pensé en respuesta— "tranquilo chico, solo quiero ayudarte, te prestaré un poco más de mi poder si tú permites que tu brazo derecho sea revelado completamente, y así te podré prestar más de mi poder o incluso todo, después de todo sin mi ayuda nunca le habrías hecho algún rasguño o siquiera levantar la espada Dynusty Ancint" —respondió aquella voz— primero que todo, dime ¿quién eres y no vas a perturbar mi alma si salgo de aquí? —respondí en forma de pensamiento para aquella voz mientras intentaba predecir el siguiente movimiento de Belial— "los humanos y su pensamiento de que todos lo que son entes vienen por su alma, la verdad es que soy Diaura, el espíritu guardián de la espada, y pues puedo ayudarte cuantas veces quieras mientras que cuando blandas la espada tu brazo derecho completo este revelado" —respondió, pero no pude responder rápido puesto que Belial había atacado, cortándome la mitad superior del cuerpo— niño, no te olvides que estas en una pelea —dice la Bestia sosteniendome del cuello, mientras me alza, apenas tenía fuerzas para sostener la espada— a-a-acepto —dije en voz baja, entonces mi brazo empezó a quemarse, revelando otra forma en mi brazo, ya no era solo tejido endurecido, sino que ahora tenía los nudillos acorazados y las articulaciones de mis dedos también, mis uñas se afiliaron y al igual que mis nudillos se volvieron acorazadas y muy afiladas, el dorso de mi mano tenía una especie de membrana de color azul eléctrico que se extendía en una línea que se partía un poco a los lados del antebrazo y a un costado del bícep, podía ver claramente mis terminales nerviosas pero recargadas con una electricidad de alto voltaje, sentí como si mi mitad inferior del tronco se unía rápidamente y mi pantorrilla tenía un cambio parecido al de mi brazo.
Belial estaba asombrado pero aún así me mantenía alzado, sonríendo de oreja a oreja— parece que estas lleno de sorpresas chico.
Sostuve con firmeza la espada con la cual realice el trato y golpee con el pomo de ella en la muñeca de Belial, sorprendentemente logré quebrarsela, el dió un pequeño quejido y me soltó, el clavó su espadon en el piso y se reacomodo la muñeca puesto que dejé su mano en un ángulo un poco perturbador, el ríe siniestramente, pareciera que él estaba feliz por eso— niño, eres el primero que logra hacerme algo así —ríe y vuelve a blandir su espadon, el da una zancada veloz como las anteriores para volver a atacar, pero, ¿ahora podría ver como se movía!
Aproveche eso, y fingí no saber hacía donde venía el ataque, para esquivarlo a tiempo y darle un puñetazo, ya que siento una fuerza irracionalmente descomunal.
Él volvió a atacar, a mi espalda y logré frenarlo como lo tenía planeado, le di un puñetazo en el pecho, haciendo trizas su armadura y mandándole hacia el techo, incluso logré hacer que se valla más allá, se podría decir que lo mandé a volar.
Oí que alguien me llamaba de manera silenciosa, produciendo sonidos poco perceptibles. ¡Era aquel chico al que Belial mató!
— Heaven, dame a Heaven —susurra, yo simplemente cumplo la orden, lanzado al suelo dicha arma para patearla hacia él.
Narrado en Tercera Persona
El panorama de aquella cueva era desastroso, la lucha que libró Alex dejó varios destrozos y posiblemente dejó malherido a La Bestia, mientras que el chico peliblanco se acercaba a Philothano, la cual estaba ocupada acariciando el cuerpo de Shiro mientras le intentaba besar a la fuerza— Pon las manos en alto y no regaré tus sesos por el piso pequeña pervertida —dice el peliblanco, situado a la espalda de Philothano apuntándole a la cabeza— ¿y si simplemente tu mueres y yo sigo jugando? —ella responde volteando un poco la cabeza para ver al joven por el rabillo del ojo— no, no así no funciona esto Phi, esta arma esta hecha por los ángeles, esta hecha especialmente para liquidar demonios y un par de configuraciones ocultas como anular la magia de la persona la cual es apuntada con ella, así que un disparo de esta hermosa pieza, no dejará nada de ti solo serás un cadáver más —explicó el joven, ella desesperada ve a todos lados, pero no logra encontrar nada con lo cual defenderse, su armadura fue movida hacia otro lugar y su espada la poseía el jóven peliblanco— ¿sabes que la Murakami, solo obedece a su dueño? —ríe confiada— ¿y no sabes que quién la creó tiene el control total de su creación? —sonríe el jóven peliblanco— así que ahora ponte de rodillas lentamente —aún apuntándole con el arma, ella obedece y Shiro se viste muy rápido y nerviosa— ¡tar-tardaste m-mucho Kuro! Ella pudo h-haber abusado de mi —dice Shiro un poco enojada— tranquila, lo tenía todo bajo control, solo ponle los grilletes de Arcadio que tengo en mi bolsillo trasero de mi cinturón —explica Kuro.
Ella hace lo que le pide Kuro, y pone los grilletes a Philothano, poniendo sus brazos en su espalda, después el le pone un collar— parece que te confías  demasiado —avisa el jóven puesto que Philothano trata de forcejear y romper con su fuerza bruta los grilletes— no son grilletes normales, están creados de Arcadio, un metal raro que anula el poder mágico y reduce las capacidades físicas, además el collar va con el juego puesto que esta hecho de un cristal raro, el me da el control sobre ti, si quisiera podría hacer que te mates, te tortures a ti misma, o humillarte, pero no lo haré —explica el peliblanco.
Ella deja de forcejear y se resigna a su destino.
Alex entra en esa habitación
— ¿qué pasó aquí? —pregunta el jóven al ver a Philothano encadenada y semidesnuda, a Kuro con los pantalones y hombreras de la armadura de ella puesta al igual que con la katana de ella— te cuento en el camino —dice Kuro mientras lanza el mismo artilugio de teletransporte que uso Shiro para sacarlo del cuarto de tortura.
Todos entran al portal, mientras que Belial recién se despertaba de su estado inconsciente, después de aquel golpe brindado de Alex, lo dejó así.
— Despertaste a la Bestia equivocada mi querido Alex...
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
¡Halo personitas detrás de la pantalla!, ¿qué tal todo por acá? Les he traído un suuper capítulo para ustedes mis queridos lectores, me ha costado hacerlo porque no sabía que inventarme para la escena de pelea así que puse el relleno del acoso :p bueno, eso no viene al caso, ya que he estado ocupado como siempre por el Colegio y otras cosas, así que bueno, ya saben que pueden dejar una ★ si el capítulo se lo merece y no olviden apoyar la historia, estaba pensando en hacer un concurso para escoger un nuevo título para el libro al igual que la portada, el concurso creo que lo abriré en Facebook mi usuario es Alex Tapia, la foto es del guitarrista de Motionless In White, así que creen una portada y un nombre y el que me guste lo pongo v:  (obviamente tendrán su merecidísimo reconocimiento y quizás una pequeña mención en el libro si tienen un personaje el cual quieran dar a conocer) y bueno, eso eso es todo, así que cuídensen y compartan la historia y, y me queden sin nada que decir porque no me gusta decir adiós así que ¡hasta quién sabe cuanto!
-E. A.-

Entre Ángeles Y Demonios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora