PRÓLOGO

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La fría mañana sobre Londres recae sobre mí, viendo el sendero cubierto por la fina capa de nieve, cubriendo lo hermoso del verde césped. Al parecer la tormenta no piensa detenerse puesto la nieve cae con más fuerza sobre mi abrigo color negro azabache, y sobre todo porque ni con los guantes aterciopelados puedo mantener la temperatura corporal.

"Librería William Sterford"

Por mi mente pasa el poder entrar y pedir asilo por unos minutos en lo que la tormenta de nieve cesa.

A paso apresurado llego a la librería y empujó la fina puerta de madera con hermosas figuras talladas minuciosamente- y entró.-

-Hola, disculpe- digo puesto al parecer está se encuentra vacía, ya que el silencio gobierna está.

-shhhh- escuchó desde lo lejos y puedo apreciar a un joven de cabello esponjado cuchicheando hacia mí.

<<oh claro esto es una librería>> pensé

Con cautela me acerque hacia este joven y le llame tocando suavemente su hombro, este al sentir mi toque rápidamente se encogió en su lugar.

-oh disculpa, no quería asustarte, veras afuera hace un frío de los mil demonios y quería saber si podrías regalarme una taza de café oh algo, de verdad muero de frío-

El joven aún de espaldas y sin poder ver su rostro asintió para después pararse y dirigirse a la zona donde se podía uno servir café para etapas cómo estás en Londres.

Solo se podía escuchar los finos pasos del joven de cabello esponjado, sus pasos podían sentirse seguros y elegantes, pero al mismo tiempo pequeños y delgados.

-ten- por fin pude escuchar su voz, vaya debo admitir que su voz suena como los mismísimos ángeles, suave pero sin sonar tan aguda y misteriosa sin duda una voz única y hermosa.

-gracias- es lo único que puedo decir, puesto toda mi concentración está en su voz, y sobre todo la curiosidad me mata, porque no me deja ver su cara.

¿Por qué?


-bue- Bueno si eso es todo ya me voy, cuídate- musitó el joven de cabello esponjado.


Tal vez te preguntes el porque me interesa este joven, pues verás, soy escritor y estoy buscando a alguien para mi nueva historia y creo que he encontrado a aquel ser que será protagonista de mi siguiente novela.

Con atrevimiento me atreví a preguntarle una sola cosa que en realidad mi subconsciente pedía a gritos saber. -¿Cuál es tu nombre?- el mencionado volteo a verme y fue ahí cuando pude verle el rostro, hermosas piedras color ámbar como la más fina y dulce miel que se da en las tardes de primavera, con esa chispa angelical y brillo que aún hay en ellos, al igual que una nariz pequeña, respingada y delgada acompañada de unos hermosos labios color rosa claro muy finos y bien cuidados.

Debo admitir que el joven era hermoso, como si se tratase de aquel príncipe azul que las jóvenes buscan en los cuentos de hadas, oh como si se tratase de aquel actor guapo e imposible de alcanzar. Así se veía él.

Joven e inocente, se veía que aún no vivía lo suficiente pero sabía lo necesario para poder sobrevivir en este mundo lleno de lobos, oh esa fue la imprenta impresión que vi la primera vez que pude apreciar aquella belleza autentica de un Dios griego.

-espera- dije de tope al ver que el joven recogía con una tranquilidad y delicadeza sus cosas como si se tratase de la porcelana más elegante y delicada del mundo.

El rizado volteó con sutileza y se quedó petrificado y con los ojos sumamente abiertos, como si mi siguiente oración fuese a cambiar todo el universo oh como si la tierra dependiera de esta.

-¿cuál es tu nombre?- pregunté con suma delicadeza pero sin poder apartar mis orbes de aquellas piedras ámbar.

-Blake- escuche un leve murmuro apenas visible para mis conductos auditivos, al escuchar su nombre algo dentro de mi vibro, como si escuchar ese nombre fuese lo que tanto tiempo estaba deseando escuchar.

Ahora con anhelo puedo decirte que mientras escribo esto y las teclas de mi máquina dan vida a aquel ser majestuoso, es indispensable que sepas que de ahora en adelante todo cambiará.

Las formas grisáceas se aproximan por los senderos de la madrugada aquí en Manchester al ver el reloj marcar las 2:34 de la madrugada <<ha llegado la hora>> pienso.

La hora de que sepas todo a fondo, cada detalle de esta historia, es momento de que sepas porque fue él y no otra persona, por qué aquel joven me hipnotizó e hizo que mi mundo cambiara radicalmente.


Ven querido lector, te invito a que traspases estas páginas y letras y te adentres a esta historia, a este relato que quiero platicarte.

Quiero que conozcas más a fondo a "él"

"El chico de los libros" 

El chico de los libros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora