Una familia bastante unida.

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Aveces el amor aparece cuando menos te lo esperas, o eso me decía Nacho, mi tío. Un hombre de 42 años alto, robusto, y no les voy a mentir bastante peludo, parecía un hombre lobo. Este hombre a comparación de mí era un gigante alado de mis 15 años, y mi altura de 1,65. Mi nombre es Albert, y está es mi historia de amor.
Acostumbro llegar a casa a una hora bastante tarde luego del comienzo de mi relación, algo poco casual. Normalmente siempre del colegio iba a su casa luego de salir del instituto. Todo ese estudio me generaba dolor de cabeza, y ir a su casa era como un spa para mi. Era el único hombre que me podía poner de buenas y bueno también me ponía en 4. Mis primos no están a esa hora y puedo ir a su casa sin problemas, ya que, mi tía trabaja y el no. Solo se rasco los huevos y se saca suciedad del ombligo. De verdad eso me enamora. ¡CLARO! ¿Lo estuviste pensando por unos segundos? Si, hablo de mi tío. El hombre mas macho que vi en mi vida.
Recuerdo la primera vez donde mi tío se lleno de lujuria y consumió mi cuerpo por completo.
Fue hace 6 meses, había salido del instituto un poco mas temprano, pasé por casa de mi tío para visitar a mis primos. Ahora me digo a mi mismo "que suerte que en ese momento no estaban". Al aplaudir para ver quien me atendería me recibió mi tío, con una gran sonrisa de sorpresa. Estaba vestido bastante...mal. Llevaba una camiseta sin mangas, sucia y con un olor pestilente, la cual dejaba su ombligo al aire libre como si de una prostituta se tratase. Unos pantalones con algunos agujeros. Y unas chancletas azules.
El me invitó a pasar, y como yo estaba algo cansando acepté y pasé a tomar algo de agua y a preguntar por mis primos. El me respondió que no estaban mientras me servía un vaso de jugo.
Me senté en el sillón para hablar con el, ya estaba ahí. No iba irme tan rápido , además quería terminar mi jugo.
El se sentó alado mío , pero...a una distancia algo cerca. Bueno, es un gordo mórbido, no había mucho lugar así que lo dejé pasar.

-Sabrino.- Dijo este mientras me miraba a los ojos.

+¿Si?.- Le respondí algo curioso

-Sabes, hace mucho tiempo te ando observando y me pareces un chico genial. Y la verdad, estás bastante fuertote y grande. Todavía recuerdo cuando eras un bebé. Como cambian las cosas ¿no? Hecho un hombre por completo.- Mientras decía esas palabras de una manera algo extraña me empezó ha acariciar el regazo, muy cerca de la entrepierna.

+Si, gracías...- Dije muy nervioso luego de ver la acción de este. La verdad me quería largar de ahí, y saben, que bien que no lo hice en ese momento.

-Seré directo, Albert. Mi esposa no me complace como antes y ando buscando algo nuevo, algo joven y fresco.-

+ ¿Qué a que te refieres?- Sabía muy bien a que se refería, estaba, pero quería disimular mi miedo.

-Tranquilo, sobrino. Todo estará bien.-

Recuerdo esas ultimas palabras, palabras que al día de hoy me tienen totalmente marcado, pero de una manera feliz. Ese momento fue feliz.
Recuerdo muy bien que después de esas palabras me quitó la ropa, al igual que el dando a mostrar su velludo cuerpo. Me dio la vuelta, me agarró de las manos y bueno, hizo su labor con su miembro, que bueno. Era de un tamaño promedio pero me llenó de gozo.

Esta es mi historia que yo escribí en el libro de mi vida, ¿cúal es la tuya?

Mi tío y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora